En mis estudios de águilas en el Cajón del Maipo (Lagunillas), y a la espera de la llegada del macho con alimento al nido, pude observar en el mismo acantilado, a una pareja de halcones perdigueros (Falco femoralis) persiguiendo a gran velocidad a un grupo de unas veinte golondrinas chilenas (Tachycineta meyeni), las que se les escabullían con el fin de no ser capturadas. Estas aves tan pequeñitas daban giros bruscos y rápidos en el aire, lo que impedía que los halcones lograran su cometido. Estas delicadas aves volaban en conjunto en "forma sincronizada"; subían y bajaban todas juntas, generando el "efecto dilución" (ver Dedal de Oro Nº 68). Ante ello comprendí que lo que había observado el gran maestro del Karate-Do, Gichin Funakoshi, tenía plena vigencia casi 100 años después, y era muy similar a lo que observé en ese acantilado.
El maestro Funakoshi llamó "golondrina volando" a un kata o forma llamado "Enpi". Este kata incluye inversiones y movimientos corporales ligeros y rápidos. Se cree que los orígenes de este kata se remontan al año 1683, cuando el enviado chino Wang Ji, visitó Okinawa. Los kata son concatenaciones lógicas de técnicas de parada, de ataques directos e indirectos y piernas, en ciertas secuencias establecidas y número de pasos a ejecutar. Así detalla Sensei Funakoshi la denominación de dicho kata:
"La característica distintiva de este kata está en la manera en la que atacas el nivel alto de tu oponente saltando hacia delante y agarrando y tirando de él hacia ti. Estos movimientos parecen similares a la forma en la que una golondrina puede estar volando alto en un momento, y bajo en el siguiente, esquivando en el acto y girando con habilidad en el aire. Por esta razón he llamado al kata En-pi, o golondrina-volando".
Según palabras de Sensei Kodo Sawaki, Zen y artes marciales tienen el "mismo sabor"; en el Zen, al igual que en las artes marciales, es fundamental manejar tres cosas primordiales, el Shin (Espíritu), el Wasa (Técnica) y el Thai (Cuerpo). Así como lo menciona Sensei Taisen Deshimaru: "Si técnica fuerte y cuerpo fuerte luchan juntos, es la técnica la que vencerá. Si un espíritu fuerte combate contra una técnica fuerte, es el espíritu el que vencerá ya que sabrá encontrar el punto débil".
Finalmente, tomaré las sabias palabras de un iluminado del Zen; me refiero al Maestro Dogen: "El agua pura penetra en las entrañas de la tierra, por eso cuando el pez nada en esta agua, tiene la libertad del verdadero pez. El cielo es vasto y transparente hasta los confines del cosmos, por eso, cuando el pájaro vuela en el cielo, tiene la libertad del verdadero pájaro".
Después de muchos años de caminar junto al Karate-Do y las aves, y al leer las enseñanzas de los Maestros Dogen, Deshimaru y Funakoshi, me doy cuenta de que el cielo es el Dojo de las golondrinas, que la verdadera esencia de los kata no se encuentra en los gestos, sino en la manera en la que el espíritu los vuelve justos. Contra más fuerte es el espíritu, más fuerte será el kata. Así estas delicadas y pequeñas golondrinas, día a día hacen su kata aéreo, forjan su Do, forjan su espíritu ante la hostilidad de sus depredadores en su Dojo, "El Cielo", en donde tienen la libertad del verdadero pájaro.
