ORACION POR LAS MADRES MUERTAS
(por muerte de la madre de Carlos Ulloa)
Al caer el último pétalo de la flor,
el desierto se envuelve en caminos secretos,
y las barcazas emprenden un viaje mar adentro,
el cosmos mismo se levanta para echar a andar.
Las madres muertas siembran imágenes, como el movimiento dibuja el agua, el sonido nos da cuenta del canto del gallo, y el sol solemne nos hace un relato de sus raíces verdes.
Las madres muertas sueltan su cabello, se sacan los colores y miran a sus hijos como abejas sedientas de miel, miran a sus hijos para sacar de ellos la dulce mirada, la mirada amorosa de quien despide la tarde en busca de un nuevo amanecer.
Héctor Morales.
Santiago, 13 de Julio 2014. |
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Conocí a Carola y Hernán por allá en los años 90, ya no sé exactamente cuándo ni cómo. Carola se movilizaba por el Cajón del Maipo en su inconfundible jeep. A Hernán solía encontrármelo, hasta no hace mucho, en el supermercado. Para mí, que un día regresé al Cajón después de 20 años de ausencia, ellos se transformaron en una de las primeras presencias en mi nueva vida en esta querida cordillera. Y de pronto, ya no están. Se fue ella, y él no tardó en seguirla. Ya descubrieron ese nuevo amanecer. Mi compañía emocional para Carlos y Francesca y para todos sus parientes.
Juan Pablo Yáñez Barrios,
Editor. |