Encabezado Dedal de Oro
EL TREN: A TRAVÉS DE DEDAL DE ORO
Todo lo que un trencito es capaz de mover
en el alma de la gente comÚn y corriente
Extracto de "TREN: PROYECTO AVE FÉNIX" - Dedal de Oro N°55, Por: Equipo de RedacciÓn

Un estudiante de diseño gráfico de la universidad de chile escribió a dedal de oro preguntando por alguna forma característica de la región del Cajón del Maipo, pues debía crear pictogramas relacionados con el turismo de la zona y… no había encontrado nada que nos representara. Incluso había preguntado en la oficina de turismo de la municipalidad, pero… naca la pirisnaca. Nos comentaba el estudiante que había encontrado referentes de otros países -como China e India- donde sus pictogramas estaban basados en la cultura de una región. "como en los juegos olímpicos 2008, basados en la escritura ancestral", nos escribió, agregando: "he encontrado algunos mapas de la Sociedad del Canal del Maipo y un artículo de dedal de oro referente a los incas, pero me gustaría saber si existe algo más local y característico". entonces, esa es la cuestión: algo que identifique al Cajón del Maipo, algo que le dé identidad, que lo caracterice. ser o no ser.

Respondimos que el Cajón del Maipo, que supiéramos, carecía de una fuente de identidad -un fondo, una raíz, una materia-, y agregamos, espontáneamente: "a no ser que… el trencito…"

Sí. El tren surge como un natural lema identificatorio de nuestra zona, incluso ya retirado de su recorrido. Si no cree, pregúnteles a las almas de todos esos visitantes que para los días del patrimonio cultural visitan mayoritariamente las instalaciones actuales del ex tren militar, en la estación de el melocotón, como símbolo primordial de la región. Es la gente misma –el alma de la gente- la que está identificando qué es aquello que se abre camino contra viento y marea para surgir como lo que realmente es: lo genuino de nuestra región. Lo dice la gente de afuera y de adentro, lo dicen los niños con sus dibujos y creaciones, lo dicen los padres, los abuelos, los profesores, la gente común y corriente, la gente de a pie, a caballo, en bicicleta, en auto…, todos dispuestos a apearse para subirse, cantando y gozando, al trencito de sus amores.

Como región, como cajoninos, los orígenes son más antiguos que el tren, pero es él el que está en el alma de la gente, es él el que arranca desde lo más remoto de la región –de su tiempo y de su espacio- y avanza por el camino de la historia. De algún modo, desde antes que existiera, a ese tren ya subían los arrieros, los mineros, los campesinos, las familias, la gente humilde, la gente destacada, los turistas y visitantes, todos los que han hecho y siguen haciendo la historia del Cajón del Maipo. De la manifestación de esa gente, a continuación, algunos ejemplos de entre muchos:


Josefa de seis años leyendo la revista Dedal de Oro.
Josefa de seis años leyendo la revista Dedal de Oro.



Foto de 1925 sobrepuesta en el lugar donde estaba la estación en ese tiempo
Foto de 1925 sobrepuesta en el lugar donde estaba
la estación de El Volcán en ese año.

Carta y fotos de una ciudadana.

De: Ximena Palacios <xpalacios@multibus.cl>
Para: revista@dedaldeoro.cl
Fecha: 23 de noviembre de 2010, 10:17

Estimados, junto con saludar me atrevo a adjuntar foto de septiembre de 2010, de mi hija Josefa de seis años leyendo la revista Dedal de Oro en un restaurant frente a la Estación El Melocotón, donde don Luis León tiene los trenes para restauración y mantenimiento. Siempre lo pasamos a visitar para ver cómo va el proyecto Ave Fénix. Para nosotros en muy importante este proyecto, como así también cuidar sus alrededores… Nos encanta acampar en el pueblo El Volcán y por esto adjunto una foto de 1925 (conseguida en el único almacén del pueblo) sobrepuesta en el lugar donde estaba la estación de trenes en esos tiempos. ¡Espero poder contribuir a la a la revista!

Saludos cordiales.

Ximena.

 

 

Visita de niÑos de una FundaciÓn
El grupo completo de «Chile Sonríe Nº 2»
Grupo de niños en la primera vuelta.
Grupo de niños en la primera vuelta.



Grupo de niños en la segunda vuelta.
Grupo de niños en la segunda vuelta.

Los niños acogidos en la Fundación mi Hogar Pelluhue -localidad en la costa de la Región del Maule-, de entre 5 y 18 años, visitaron el domingo 12 de diciembre la Estación Melocotón. Con verdadero entusiasmo anduvieron en el trencito, celebrando con vivas y manos levantadas la alegría del momento. El paseo respondió al proyecto universitario «Chile Sonríe nº 2» de la Universidad Católica Silva Henríquez, dirigido por los alumnos Natalia Parra Ramos y Rodrigo Vásquez Rojas, y en el cual también participa el alumno Jorge Aguilera, de San José De Maipo, quien alentó la visita a nuestra zona. Posteriormente, se recibió la siguiente carta:

De: ovasquez@banchile.cl
Fecha: 20 de diciembre de 2010, 15:25:46
Para: info@proyectoavefenix.cl
Empresa: Proyecto Chile Sonrie 2

Es gratificante volver a vivir años mozos. Felicitaciones a los dueños de este hermoso Proyecto, dar las gracias también a las personas que nos recibieron ese día domingo con los niños del hogar Pelluhue, la calidez y preocupación hasta los más mínimos detalles, los viajes, la alegría de estos niños, jóvenes y viejos. Es difícil de expresar. Había niños y jóvenes que nunca se habían subido a un tren, el chiqui cha y el tuuuu quedaron grabados en sus mentes. Gracias por esta oportunidad única. Un saludo y un abrazo al gran equipo que forma el proyecto Ave Fenix.

Feliz Navidad con sentido.

 


Osvaldo Vásquez



 

Versos al tren de un poeta popular
El tren, Michelle Escobar, dibujo, plasticina, 8 años, Escuela El Melocotón
El tren visto por Michelle Escobar D., dibujo y plasticina, 8 años, 2º básico, Escuela El Melocotón
TREN DE MONTAÑA DEL CAJON DEL MAIPO

ESTACION DE INICIO

Como en un muelle a orillas del mar
los carros se mecen en las líneas
mientras comerciantes y arrieros,
estudiantes y montañeros
se agolpan en el andén
de la estación de Puente Alto.

Se descargan las mochilas,
se soban los dorsos dolientes,
se acomodan en los asientos
los adioses postreros.

Suena el pito de la partida,
hacia lo alto del Cajón
todo es bulla y miradas
y sollozos del corazón.

De a poco va saliendo
el tren de la estación,
como cuando un niño nace
y se le corta el cordón.

Comienza el ritmo suave
de la máquina y los carros
pasando por Las Vizcachas,
La Obra, Canelo y El Manzano

A veces cabalga en recto;
otras en curvas;
en el río Colorado, el puente
aparece de repente.

ESTACION INTERMEDIA

San José de Maipo quieto
cuando llega el tren a la estación
dejando atrás Guayacán,
con sus dulces, miel y almendrales.

Pueblo tranquilo y sereno
de gente noble y sencilla
marcado por las montañas
en verano y en invierno.

Se va sintiendo la altura
a medida que avanzamos
culebreando entre los cerros
pasando por la Pata del Diablo.

Van saliendo al encuentro
riachuelos y quebradas
saludando al viejo tren
con sus recuerdos y carga.

Se respira el aire puro
de Melocotón y San Alfonso
con sus montañas a rayas
y su lechosa cascada.

Van cayendo los kilómetros,
las horas de la mañana;
se va retorciendo el camino,
apretado junto al río.

Un descanso en El Ingenio,
con su estación solitaria,
deja atrás el túnel hueco
y las montañas medianas.

Ya disminuyen las siembras,
hay más caballos y cabras;
se atraviesan los camiones
trayendo su blanca carga.

La cascada va chorreando
el agua pura y cristalina
zigzagueante hacia el río
en el villorio del Bollenar.

San Gabriel, acogedor
recibe a los valientes
que se lanzan en tobogán
por los rodados de nieves.

Entramos en un paisaje
de cerros coloreados
de valles resquebrajados
con frutales y pasto.

ESTACION FINAL

La nostalgia se va quedando
al pasar El Romeral
en los carros y corazones
al llegar hasta El Volcán.

Poblado donde termina
el viaje del ferrocarril
las añoranzas de pasajeros
y los desechos de las minas.

Gentes de caras curtidas
de arrieros, entrando y saliendo;
de minerales, de yeso
depositados con esfuerzo.

Hoy no siguen funcionando
la locomotora y los carros,
las estaciones y líneas,
los puentes y los boletos
que un día tejieron sueños,
en el alma juvenil.

Nunca dejarás de bajar y subir
Mientras exista el fiel arriero,
y el deportista montañero
que más de un día se subieron,
buscando para sus vidas un sendero
en este tren del Cajón del Maipo.

(Del Libro "Recreación Poética de Alturas y Acontecimientos") Víctor Saavedra Vergara

 

NAVIDAD CON BATUCADA EN LA ESTACIÓN EL MELOCOTÓN
Al igual que el año pasado, la Junta de Vecinos de El Melocotón -con el apoyo de la Cooperativa de Agua Potable El Melocotón Bajo- celebró la Navidad en la Estación El Melocotón, el jueves 23 de diciembre, esta vez con el entusiasmo de un grupo de batucada conformado por jóvenes de San José de Maipo. Con este cuarto ejemplo de la atracción que el trencito produce en la gente común y corriente, finalizamos este breve recorrido por la flora y fauna de los fans del tren: alegres niños, altruistas jóvenes, nostálgicos adultos y experimentados ancianos, tanto del Cajón del Maipo como de afuera. Sin duda, la gente está por la recuperación de los valores perdidos.

El tren llegó tocando la campana los niños corrieron el viejo pascuero repartió los regalos y la juventud la batucada alegró de principio a fin...

Florencia García, Javiera Chacón, Isidora Osorio
EL TREN LLEGÓ TOCANDO LA CAMPANA
Leandro Soto, Carlos Mellado, Matías Venegas.
LOS NIÑOS CORRIERON

Florencia García, Javiera Chacón, Isidora Osorio Leandro Soto, Carlos Mellado, Matías Venegas.
EL VIEJO PASCUERO REPARTIÓ LOS REGALOS
Florencia García, Javiera Chacón, Isidora Osorio
Y LA JUVENTUD, LA BATUCADA ALEGRÓ DE PRINCIPIO A FIN
Leandro Soto, Carlos Mellado, Matías Venegas.
 
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