NATIVIDAD

Viejito Pascuero,
viejo injusto y discriminador.
Para ésta, la muñeca digital;
y para esta otra, la muñeca de plástico ...

Mejor dejemos de lado
a este ambiguo señor de la bolsa y los renos.
Olvidemos la visa y la master
iluminemos el pino con luces de varios colores.

Sintamos el nacimiento en el resplandor
de nuestras mejillas.
Y si no hay pavo para la noche de los regalos,
entonces póngale un pollito,
o por último, arrollado de campo con harto ají,
un peure con cilantro,
sin champaña, sólo vino y bebidas "non alcoholic".
Y de postre, duraznos en conserva y crema nestlé.
Regalitos siempre hay, ya sean del mall o patronato.

Y a luz apagada de noche la espera.
Los villancicos, el tuto de los niños y sus expectativas.
Bonito para el espíritu crístico,
bemol de las estrellas,
estiércol de mercado.

EL NOMBRE DE JESÚS.

En los tiempos de Herodes, Melchor, Gaspar y Baltazar,
guiados por una estrella llegaron a Belén
buscando al recién nacido Rey de los Judíos

y según cuenta la historia y los testimonios,
Emanuel, Jesús, el Salvador del pueblo
fue reconocido y regalado por los Reyes Magos
adorado y acompañado por los pastores de rebaños
en una choza humilde, un establo, frente a una pequeña fogata
¡nada más sencillo y ejemplificador!

a Él, a quien su Padre encomendara tan grande redención
su pueblo y todos los pueblos del mundo
le llaman Jesucristo y se acogen a su maestría divina,
Jesus, pobre en bienes materiales, rico en bienes espirituales
no requiere más, pero a partir de la ecleccia, el mortal
lleno de ínfulas se hizo su representante

y a los megalómanos ¡grandes señores de la iglesia!
hubo que llamarles con pomposos nombres
y servirles como sus esclavos:
"ilustrísimo y reverendísimo señor y padre meritísimo,
amo y señor, muy honorable, reverendísimo,
señor mío, munifentísimo..."

en cambio a nuestro buen Hijo de Dios,
sólo basta con llamarle Señor de la Luz y la Salvación,
valle azul, manantial de aguas, Vida Eterna.