La primavera es una época de mucha actividad para los arrieros del Cajón del Maipo. Con la primavera llega un renacer a la cordillera, los picos de las montañas están nevados, los campos se ponen verdes, las flores aparecen, hay abundancia de agua por el deshielo y las lluvias de invierno que han dejado la tierra húmeda. Así como el verde y las flores renacen en la cordillera, también es la época del nacimiento de las crías de todos los animales. Las ovejas, las vacas, las cabras y los caballos tienen sus crías pequeñas.
Es el momento de arrear el ganado desde los valles bajos, que en invierno estuvo protegido del frío y la nieve, hasta las partes más altas de la cordillera, donde el pasto está verde y fresco, y donde en primavera el clima se presenta benigno.
Es la época en que se esquilan las ovejas, y en el Cajón del Colorado se realiza la Fiesta del Relvo. Allí se celebra la primavera con una fiesta en que vemos a los arrieros trayendo sus rebaños de la montaña para realizar la esquila de ovejas y otras demostraciones de los arrieros como son enlazar, montar en terneros y otras destrezas del rodeo. También hay bailes de cueca que acompañan la fiesta.
Este año se celebró la entrega en comodato por cinco años, de cinco hectáreas de tierra pertenecientes a Bienes Nacionales, a la agrupación de arrieros presidida por don Lorenzo López, en donde este grupo tiene sus corrales y otras instalaciones. La entrega oficial la realizó el alcalde, don Luis Pezoa Álvarez, acompañado de otras autoridades como Romina Zuloaga, Seremi de Bienes Nacionales; Nicolás Blanco, Director Nacional del Sernatur, y otros.
En esta celebración se destaca la importancia de mantener las tradiciones de los arrieros del Cajón del Maipo, el apoyo de las autoridades a las actividades desarrolladas por ellos, que además de ser productivas en cuanto a la crianza de ganado, se están convirtiendo en atractivos turísticos que traerán desarrollo a la zona. Asimismo, se destaca la importancia de promover aún más las actividades turísticas que ya se están realizando, como la organización de caminatas y recorridos por la zona para montañistas y amantes del senderismo, cabalgatas y experiencias de vida cordillerana, senderismo al Tupungato y Tupungatito.
La comuna de San José de Maipo tiene una extensión de 5 550 Km de una belleza natural impresionante, que sirve de pulmón para Santiago, y de zona de recreación y turismo muy importantes tanto a nivel nacional como extranjero.
Es interesante descubrir que los arrieros en el Cajón de Maipo están agrupados en pequeñas sociedades generalmente de carácter familiar en donde todas las familias participantes son parientes o amigos cercanos, y sus antepasados han sido por tradición arrieros también. En el Relvo la agrupación está compuesta por once familias, es dirigida por don Lorenzo López, y su tesorera es la señora María Eugenia Flores, quien me cuenta que todos sus antepasados han sido arrieros, que la ruca de piedra donde tienen la cocina que se utiliza para preparar los alimentos para la celebración del Relvo era de la Señora Alejandrina Espinosa, y sus nietos son parte de la agrupación de las once familias. También me cuenta que hace unos años se introdujeron los perros pastores pirineos, que han sido muy beneficiosos porque protegen a las ovejas del puma, que ya no se atreve a acercarse a ellas, pero que la alimentación de estos perros es muy costosa, y la Fiesta del Relvo es en parte una forma de ganar recursos para poder pagar esta alimentación.
Me comenta además que con el comodato de cinco años les entregaron cinco hectáreas para que arreglen canales de riego y tengan galpones donde guardar pasto.
Conocí otra agrupación de arrieros en la zona de Maitenes, dirigida por don Gerardo Ortega, que también es una sociedad de varias familias y amigos que por tradición han sido arrieros de la zona por muchas generaciones. Con ellos participé arreando ovejas desde el cerro a los corrales, vi la esquila de ovejas y fui con ellos arreando ganado vacuno a la cordillera; una experiencia inolvidable, el paisaje precioso, el mugir de las vacas y sus terneros, y el balar de las ovejas: un canto a la vida simple y feliz. Son gente cálida, amable y generosa. Ellos también realizan tures y cabalgatas, además de tener un camping para turistas.
Los arrieros de esta zona trabajan y pastorean su ganado en terrenos que no les pertenecen. Ellos quisieran los títulos de la tierra que han ocupado por generaciones, que en un momento fueron grandes fundos expropiados por el gobierno de Frei Montalva, y cuyos títulos les fueron entregados con la Reforma Agraria, pero que después del Gobierno Militar pasaron a manos de los militares y ahora, como sabemos, a Bienes Nacionales. El paso de entregarles en comodato dichas tierras es un paso en la dirección correcta, pero lo que en realidad se necesita es que les devuelvan la propiedad de las tierras cuyos títulos tenían después de la reforma agraria.