en Maipú: Deberíamos honrar "A los vencedores de los vencedores de Bailén". "¿Y eso?", preguntó Comercio, que no estaba enterado. Le expliqué que era la frase para el bronce; elegida para decorar el monumento al Ejército Libertador que venció en Maipú. "Suena bastante rebuscado -me dijo- y exagerado también, porque aquí combatieron 5000 por bando y en Bailén 25000, más o menos. Pero dime, ¿cuántos soldados que lucharon en Bailén lo hicieron en Maipú?". Le digo lo que sé, que no es mucho: en Maipú había tropas del Burgos, pero probablemente muy pocos de sus soldados estuvieron en las dos partes. Talvez ninguno. Entonces Malek me pregunta por los oficiales que estuvieron en los dos sitios y le respondo que sé de uno solo: José de San Martín, que en Bailén luchó por el bando español y vencedor. Aquí hubo que suspender la conversación, porque mi compadre al escuchar eso mascaba un trozo de arrollado con pebre y se atoró. Tras palmaditas en la espalda y varios tragos de chicha, pudo reírse con ganas. "O sea, San Martín venció a San Martín. Frases como esa no las merece tan gloriosa contienda". Dijo mi amigo y se quedó pensativo.
Fuimos a mi casa, almorzamos y dormimos siesta. Después tomamos té con bizcochos, departiendo con mi familia. Mi hermana Remedios tocó la cítara y yo canté para acompañarla. La chicha fresca me había dejado la voz como agua clara de Peñaflor. Ya anochecía cuando salimos a pedir guerra. Cruzamos el puente de Cal y Canto y nos acercamos a lo de Merceditas, en La Chimba. A media cuadra ya se escuchaba música y jolgorio de remolienda. Nos sentamos en un rincón, bajo el alero, y pronto apareció una niña llevando una jarra con vino "arreglado", dos vasos y una cara llena de risa. Los músicos estaban al frente y varias parejas bailaban. No pasó mucho tiempo y nosotros nos unimos a los bailarines de zamacueca.
A DON MATEO ZAMBRANO
POCO LE ESTABA QUEDANDO
SOLTÓ DE PRONTO EL BASTÓN,
EL BASTÓN QU'ERA DEL MANDO.
LOS VECINOS GRITABAN
UNA PETICIÓN MUY SANA
POR LA PATRIA QUE AHORA NACE
QUEREMOS JUNTA CIUDADANA
FUE DON GASPAR MARÍN
QUE POR MUCHA CONVENIENCIA
ANOTÓ QUÉ SE DIJO ALLÍ
Y LO QUE QUERÍA LA AUDIENCIA.
ESTO JUE LO QUE PASÓ
UN 18 DE SETIEMBRE
PA' QUE LA FECHA SE CELEBRE:
HAY CHICHA, VINO Y AGUARDIENTE.
PÁSEME UN VASO 'E TINTO,
FRANCISCO PINTO...
Volvimos los cuatro a la mesa. Malek con Cecilia, yo con Carmen. Entonces veo la cosa muy clara. "¿Se da cuenta, Carmencita, que tenemos que cumplir ahora con nuestro deber cívico, tal como lo pide la zamacueca? ¡Junta queremos!". Aquí y ahora, responden las dos a coro y riendo. Y así, mano en cintura, las llevamos al segundo patio. En un rincón oscuro un conocido personaje, vestido de negro, con la cabeza sobre la mesa, duerme su borrachera. "Mira, Comercio, ahí está Portales". Sin detenerse, mi compadre le mira de reojo y me dice: "Le pesa la noche".
Por 180 años he tenido esto guardado y solo ahora lo cuento.
Cambridge, 1 de septiembre, 2010.