La única paz que se sostiene en todo el mundo es la Paz Interna. Es necesario permitir que cada persona encuentre la paz en su interior. Cuando encuentres la paz en el interior, descubres también de qué puedes prescindir.
Esto simplemente significa que ya no necesitas las cosas de tu mundo exterior. La «ausencia de necesidad» es una gran libertad. Te libera, primero, del temor: temor de que haya algo que no tengas, temor de que haya algo que tengas y que puedas perder y temor de que sin una cierta posesión no serás feliz. Y segundo, la ausencia de necesidad te libera del enojo. El enojo es temor expresado. Cuando no tienes nada que temer, no tienes por qué enojarte.
No te enojas cuando no obtienes lo que quieres, porque tu deseo sólo es una preferencia, no una necesidad. Por lo tanto, no sientes un temor relacionado con la posibilidad de no obtenerlo. De ahí que no haya enojo. No te enojas cuando alguien no es amable, porque no tienes necesidad de que sean amables. No te enojas cuando alguien no es cariñoso, porque no tienes necesidad de que te amen. No te enojas cuando alguien es cruel, o hiriente o busca perjudicarte, porque no tienes necesidad de que se comporten en otra forma, y estás seguro de que no pueden dañarte. Ni siquiera sientes enojo si alguien busca quitarte la vida, porque no temes a la muerte. Cuando se te suprime el temor, se te puede despojar de todo lo demás y no sentirás enojo. Sabes en tu interior, instintivamente, que todo lo has creado y se puede crear de nuevo, o -lo que es más importanteque no tiene valor.
Cuando encuentras la paz interior, ni la presencia ni la ausencia de cualquier persona, lugar o cosa, condición, circunstancia o situación, puede convertirse en creador de tu estado mental o la causa de tu experiencia de ser. Esto no quiere decir que rechaces todas las cosas del cuerpo. Lejos de eso, experimentas plenamente el ser en tu cuerpo y |