Hace aproximadamente veinte años, durante una gira por Europa, el conjunto Villa San Bernardo de Chile tuvo la oportunidad de conocer y compartir escenarios en Italia con el grupo folklórico Vsacan, de la República Checa. Fue hermoso, ya que nuestra amistad se ha reforzado con el tiempo. En aquella oportunidad, además de cantar en diversos festivales folklóricos italianos junto al Vsacan, nos dimos el gusto de ser escuchados en Ciudad de El Vaticano.
En el 2008, con algunos añitos más, nos reencontramos en los festivales de Vsetin y Klakovy en la misma República Checa. Quién iba a pensar que nuestros amigos vendrían a Chile a presentarse dentro de la programación de actividades del Bicentenario 2010. Sin embargo, era un viaje de dos semanas y el auspicio y financiamiento de la Comisión Bicentenario consideraba sólo una. Fue entonces cuando el conjunto Villa San Bernardo, en nombre de la amistad que nos unía con el grupo checo, se comprometió ante ellos y su embajada a hacerse cargo de la segunda semana.
Dicho en buen chileno, era un elefante muy grande, pues se trataba de proveer de alojamiento, alimentación y traslado a una agrupación de quince personas entre los días 3 y 8 de febrero recién pasados. Para el efecto se formó una comisión de seis integrantes que en dos meses de trabajo intenso logró planificar una serie de actividades propias y de apoyo logístico con algunas empresas que nos permitieran salir airosos de esta iniciativa tan importante para nosotros. Felizmente lo conseguimos, aunque no en su totalidad en cuanto a la parte financiera, pero principalmente en el logro de las otras metas propuestas.
Tenemos mucho que agradecer a la colaboración privada y al maravilloso matrimonio colombiano de Juan Carlos y Nydia, que fueron parte activa de este proyecto facilitándonos su estupenda casa con piscina, donde metimos a todos los checos. Hay que mencionar que la piscina fue un elemento indispensable ya que ellos venían de un país con menos 25 grados de temperatura, llegando a uno con un promedio de más de 30 grados en verano.
En cuanto a las actividades realizadas, el 5 de febrero nos pusimos en contacto con el Departamento de Cultura de la Municipalidad de San José de Maipo para ofrecerles la presentación de un evento folklórico internacional en el pueblo, lo que para nuestra felicidad fue aprobado y financiado por las autoridades municipales; esto nos permitía bajar los déficit de financiamiento. El evento se fijó a las 20.30 en la ex estación. Pero como el grupo tenía considerado pasar ese día entero en El Melocotón, se organizó un asado campestre en casa de la señora Oriana Espinoza, terreno que se transformó en la sede de esta actividad. En esas circunstancias y pensando que existían personas que no iban a poder asistir al evento de San José de Maipo -por ejemplo los abuelitos del Hogar de Ancianos de la Fundación Las Rosas además de otros vecinos-, surgió la idea de efectuar una presentación en Melocotón a las 18 horas. Se le planteó la inquietud a don Luis León Vera, encargado de la estación, museo y restauración del ferrocarril, conversándose además con el Director Ejecutivo del Proyecto Ave Fénix, don Martín Mellado Díaz, los cuales en forma entusiasta apoyaron la idea poniendo toda su infraestructura a nuestra disposición.
Fue todo un acierto. El grupo checo llegó en el histórico tren interpretando sus sinfónicas melodías, mientras que en la estación de Melocotón los esperaba un público ansioso y animado y un grupo folklórico chileno que les brindó el tradicional esquinazo.
Después de esto el Ave Fénix se transformó en una máquina del tiempo uniendo a dos culturas distanciadas en el tiempo y la distancia, en una desenfrenada y única masa bailadora para el deleite de los asistentes. La actividad finalizó con un exquisito cóctel ofrecido por la organización del Proyecto Ave Fénix.
Al concluir el presente artículo no puedo dejar de mencionar que en la actividad realizada a las 20.30 horas en San José de Maipo, además del grupo checo se presentó el conjunto chileno Villa San Bernardo, que compitiendo con 33 países fue Campeón Mundial de Folklore los años 1985 y 1987 en festivales realizados en Sudáfrica. Esperamos con ansias que nuestra selección de fútbol pueda imitar este ejemplo, aunque la cobertura de prensa indudablemente será distinta. |