FOTO: MIGUEL ORTIZ BETANCOURT |
GENÉVE - FRANCISCA MÁRQUEZ NIELSEN |
BARDO VITULUS - ITALO FUENTES BARDELLI |
GOLDMUNDO - LEONARDO MELLADO GONZÁLEZ |
IACOPUS - RICARDO QUIROGA CORTÉS |
GUIRAUT - TATA BARAHONA VENEGAS |
LOPUS LOCUS - JORGE MATAMALA LAPETEGUI |
SIBYLLA - ROSARIO ABARZÚA DE LA CERDA |
SAIRA - MIRIAM GUSELLA EBERT |
WALAFRIED - RAFAEL EGAÑA VIAL |
Un jueves de octubre en un Santiago apurado, comuna de Providencia, son las ocho de la noche, las personas regresan a su hogar después de la jornada laboral. El Metro aún continúa lleno y las micros avanzan lentamente, atestadas de personas que se consuelan con la frase "mañana es viernes".
Una escena muy frecuente en el año 2013
pero ¡alto!... Hay un lugar a los pies de un gran cerro cerca de un río, un antiguo convento ahora convertido en centro cultural, inundado de magia y música medieval gracias a nueve seres atemporales, que con sus voces e instrumentos son capaces de guiarnos en un viaje al Medioevo.
Les hablo de Calenda Maia, más que una agrupación, una verdadera hermandad de seres de otro tiempo, que invita al público a sumergirse en la época medieval a través de sus textos y música.
Hombres y mujeres capaces de sacarnos de este presente mecanizado en que escasea el tiempo para la observación y reflexión, costumbres propias de de la Edad Media, hábitos que la humanidad ha dejado prácticamente de lado. Investigadores incansables que se basan en el estudio de textos medievales además de la práctica de oficios tales como lutería y batanería. Caminantes infatigables con un pie en el Medioevo y otro en el siglo presente, inspirados en poetas-músicos de la mal llamada Época Oscura, trovadores de trajes coloridos y voces sorprendentes, quienes guían al público en un viaje onírico por el camino de los juglares, desde lo sacro hasta la mismísima Fiesta del Vino con su significado religioso y mundano.
Conforman una cofradía, no existen los contratos de por medio, son más que un grupo musical
son una familia. Una familia que nació por inspiración de dos de sus integrantes, Ítalo Fuentes (Bardo Vitulus) y Jorge Matamala (Lopus Locus), ambos profesores de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación UMCE, en mayo del año 1988.
Actualmente la cofradía está conformada por siete cofrateres más, aportando cada uno, no solo su voz, también su alma.
En el escenario nos deleita con su dulzura, Miriam Gusella (Saira); Tata Barahona (Guiraut), destacado lutier y cantautor; Francisca Márquez Nielsen (Genéve), con su fuerza y espectacular voz; Ricardo Quiroga Cortés (Iacopus), multifacético trovador; la hermosa y carismática Rosario Abarzúa de la Cerda (Sibylla); Leonardo Mellado (Goldmundo), nos regala su simpatía y talento, acompañados por Rafael Egaña (Walafried), el hombre que sonríe al cantar.
Calenda Maia significa primer día de mayo, nacimiento de la primavera en el hemisferio norte, el retorno a la abundancia después de la austeridad del invierno. Motivo de celebración y alegría. Coincide además, con el título de una canción inspiradora del compositor provensal Raimbaut de Vaqueiras, cuya letra nos dice que ni siquiera la llegada de la primavera es capaz de alegrar su corazón, como el tener una razón de la mujer amada. Interpretan, con maestría, piezas en diferentes lenguas de la Edad Media como el latín, francés alemán, italiano, árabe, hebreo y en galaico portugués (castellano antiguo) sin modificar las letras, transportándonos a lugares tales como feudos, castillos y tabernas.
Llevan a cabo programas con enfoques diversos tales como; Navidad, conciertos pedagógicos, talleres, matrimonios y por supuesto algunos basados en el más noble de los brebajes, el vino. Destaca el amplio despliegue de instrumentos musicales; utilizan cuerdas percutidas como el arpa, cuerdas frotadas como la fidula, instrumento característico de la Edad Media, padre de los actuales violines. En percusión se puede apreciar el uso de címbalos -dos platillos pequeños que se golpean el uno contra el otro- y en cuanto a los vientos, resalta la maestría de Jorge Matamala con su interpretación de diferentes tipos de flautas.
Dedal de Oro sostuvo una amena conversación con el Cofrater Walafried, quien, gentilmente respondió las preguntas que vienen a continuación:
¿Cómo conjugan su "vida medieval" con el día a día, con sus existencias en esta época, en que abundan la presión y el afán por conseguir el éxito económico a toda costa, y escasea el tiempo?
El mundo medieval se relaciona con la artesanía, con el arte de lo hecho a mano y con cariño, con el tiempo que se desarrolla al ritmo de la naturaleza, con el abrir de las flores y el latir de los corazones. Por lo mismo, los tiempos de la creación artística del mundo medieval son muy distintos de los que se viven en nuestra época contemporánea
La propuesta de Calenda Maia se relaciona con ese ritmo más humano y de pies polvorientos, que busca recrear el mundo medieval y que invita al público a viajar hacia una época diferente, haciendo una suerte de alto en las vidas cotidianas que se viven hoy. Para nosotros, Calenda Maia no es una actividad más dentro de la cotidianeidad de nuestras vidas. Calenda Maia es nuestra vida, somos Calenda Maia y no solo parte de Calenda Maia.
¿Qué valores de la Edad Media rescatarían como necesarios para la vida actual?
Por una parte, la dimensión del tiempo, que en el Medioevo camina a paso de hombre, con ritmo de naturaleza que aguarda con paciencia el paso frío del invierno y que explota en primavera con las flores del campo. Otro valor es lo festivo y lo ritual que se funden en la existencia medieval. La fiesta se hace rito y el rito se hace fiesta. La coexistencia cultural también es un valor. La multiculturalidad se expresa en el Medioevo más que en nuestra época, tiñendo positivamente las artes, la música, la pintura, las ciencias, la literatura, el comercio
en fin, la valoración de la diversidad.
Ustedes dan gran importancia a los ritos y cada integrante posee un nombre específico
¿realizan alguna especie de ceremonia de bautizo?
Efectivamente, a lo largo de la historia de Calenda Maia nos fuimos transformando en una Cofradía, en un espacio de hermanos, donde cada uno de nosotros tiene su nombre y su historia medieval. En este camino recorrido en conjunto, por supuesto que hemos desarrollado numerosos ritos, o mejor dicho, hemos entendido que nuestra existencia como Calenda Maia tiene esa dimensión ritual y festiva del Medioevo. Por lo mismo, más allá de una ceremonia de bautizo determinada, lo que tenemos es un nacer y caminar juntos como hermanos de esta cofradía de música y teatro medieval.
La cofradía realiza presentaciones con sentido social; ¿cómo ha sido la experiencia?
A lo largo de estos veinticinco años hemos realizado todo tipo de presentaciones. Más que realizar actuaciones con sentido social, lo que hacemos es tener una actitud abierta para realizar presentaciones en cualquier escenario, donde el público esté dispuesto a viajar junto a nosotros a las tierras la música y el teatro medieval. Es así como, por ejemplo, podemos presentarnos gratuitamente, agradecidos de la vida y el cariño, en la Parroquia San Cayetano en La Legua, actuar para una fundación de personas con discapacidad o contratados para un evento privado. Nosotros disfrutamos este viaje a través de la música y el teatro medieval, independiente de las características del concierto que estemos desarrollando. A lo largo de nuestros veinticinco años de vida hemos realizado más de mil doscientas presentaciones tanto en Chile, desde Arica hasta Punta Arenas, incluyendo Isla de Pascua; como también giras por Italia, Alemania, Francia, España, EE.UU., Perú, Bolivia y Argentina. Ha sido un viaje permanente, en el que hemos visitado escenarios como el Carnegie Hall de Nueva York, La Fenice en Venecia, teatros municipales de diferentes comunas, colegios y universidades, cárceles, bóvedas, campiñas y bosques. Hemos participado en fiestas medievales y recorrido las calles y plazas de ciudades como Venecia, Carcasonne o Asís... en definitiva, somos muy afortunados de poder hacer lo que hacemos y no tener restricciones con nuestro público.
Recientemente celebraron sus veinticinco años de trayectoria y de peregrinaje entre el presente y el pasado, la experiencia adquirida y el sólido lazo que une sus almas artesanas, lanzando un DVD titulado Vinum: Rito y Fiesta. Realizando, además, actuaciones gratuitas a tablero vuelto, lo que los obligó a programar una presentación adicional y masiva narrando al público sus historias de trova y eterno viaje… porque, como señala el maestro fundador Bardo Vitulus…"Ahí reside nuestra medievalidad: deseo de viaje, de rito y de fiesta...
deseo de lejanía"
Agradezco a Rodrigo Hermosilla Sepúlveda por la disposición y amabilidad brindadas, pero sobre todo por el inmenso cariño expresado hacia Calenda Maia.
FOTOS DE LOS ARTISTAS EN SUS PERSONAJES : ANDRÉS ZAVALA CAMPOS.