Es difícil hacer esto, despedirse de quien amamos cuesta, no es fácil decir adiós a quien se ama tanto. Mi amigo, mi compañero, mi cómplice, mi compañero de viaje, mi compañero de vida, el amor de mi vida.

Al despedirme solo puedo decir GRACIAS, primero a Dios por haber cruzado nuestras vidas y luego a ti amor por ser el hombre más tierno, cariñoso, respetuoso, buen amigo, excelente padre, mi mitad perfecta, simplemente el mejor.

Es muy triste amanecer sin tu mirada, sin tus TE AMO. Por las noches cuesta dormir sin tu beso de buenas noches. Me faltan tus bendiciones, pero sé que estás aquí, sé que estás siempre a mi lado, así te siento, sé que tú me darás las fuerzas que necesito para seguir este camino que un día planeamos caminar juntos. Pero Dios te llamó a su lado y ante eso no hay nada que hacer, solo darte las gracias por haber hecho de nuestro hogar el mejor lugar del mundo y por haberme hecho inmensamente feliz.

No te diré adiós, solo hasta pronto amor. Ya llegara el día en que nos tomemos de las manos para seguir disfrutando de nuestro amor, y a la distancia contemplaremos juntos nuestra obra: esa familia hermosa que construimos tú y yo.

Te amo, mi amor, hasta siempre...

Marcela González de Labra.