-Por ejemplo, es que… yo veo cosas buenas, por ejemplo un video de Jesús, pero no tiene que ser ese, y de repente, en mis sueños, veo cosas que me dan miedo. Y cuando veo cosas que me dan miedo, sueño con cosas buenas, ja ja ja, es como al revés, todo al revés. Como si veo una película de terror y me dicen “después vai a soñar con miedo”, yo digo “noooo, yo sueño feliz”, ja ja ja…
-Oye, y eso de los espíritus… Cuando una persona se muere, ¿qué pasa después?
-No sé, yo nunca me he morido, ja ja ja…
-Nunca me he muerto.
-Muerto, sí. Pero no sé, porque no recuerdo nada. Cuando alguien empieza a crecer más, ahí empieza a recordar por si había tenido una vida antes.
-Tú crees que cuando una persona va haciéndose mayor, recuerda esas cosas.
-Recuerda si ha tenido otra vida, y si no recuerda… no ha tenido nada o no recuerda nomás lo que pasó. Pero mi abuelo hablaba con mi abuela. Cuando mi abuelo murió, nosotros llamamos a mi abuela, y ella dijo que había hablado con mi abuelo. Yo de repente presiento cosas y después pasan. Por ejemplo, voy a la casa de alguien y digo “va a estar con una niña”, y después resulta que está con su prima.
-¿Sueñas mucho?
-A veces no sueño nada, a veces sueño que estoy despierta. He soñado que estoy en mi patio, con mi perro, y hay agua en mi patio, lleno de agua, con espuma y eso…, y que yo puedo respirar debajo del agua. También soñé con una escalera gigante, amarilla, brillante, que va hacia abajo, y yo no puedo bajar… A veces sueño que estoy en el cielo y que hay agua, como un río o una fuente, y que hay comida, pero es como una decoración, no es que sea realmente eso. Lo miro y me voy. Y a veces hablo con Jesús, con Dios, que él está conmigo, y que hago una oración en una capilla y estoy con él, con Dios, pero no sé cómo es él… Han puesto algunas fotografías como si fuera Dios…
-Momento, ¿hablas con Jesús o con Dios? Porque no es la misma cosa.
-Jesús es una persona que mandó Dios, y Dios es lo que creó todo. Antes de que Jesús y todo eso existiera, existió Dios, que yo no sé cómo es, pero lo veo como una luz que está ahí y me habla. No lo veo como una persona.
-Dicen que Dios está en todas partes…
-Sí, y Jesús lo acompaña. Es que Jesús está, por ejemplo, adentro de ti, o afuera, vigilándote, como el ángel guardián que te vigila, y Dios está mirándote de un ángulo nomás. Es como si yo estuviera viéndote en esta planta, o que estuviera viéndote en el cuadro, en el sillón, o en la cámara, incluso en tu mente, en tu zapatilla, en el lápiz, en el cuaderno, en la cortina, en la muralla…
-Jesús es un profeta, ¿verdad?
-Sí.
-Hay otros profetas también. ¿Qué piensas de ellos?
-Todos los profetas pertenecen a Dios, aunque sea en diferentes culturas. ¡Guauuu!
-Eres bastante ubicadita tú.
-Sí.
-¿Qué da Dios más que nada?
-Dios… es que da muchas cosas. Si tú le pides un favor, así como… si tienes una enfermedad, Dios puede curarla, pero sólo si tenís el corazón con muchas ganas de que lo haga, que estís haciéndolo en verdad.
-Con sinceridad.
-Sí. Dios puede todo, creó todo.
-Oye, y cuéntame, si Dios creó todo, entonces ¿por qué creó la enfermedad, el sufrimiento, los terremotos, lo niños atropellados, qué sé yo…?
-Porque si nos hacía a todos como ángeles, no podríamos tener el error. El error es lo que nos mantiene vivos. Si uno va a hacer todo bien, la vida no tiene sentido. Si somos todos como ángeles maravillosos, eso, no tenemos nada, como enamorarnos… Entonces somos como si fuera el Cielo que estuviera aquí en la Tierra.
-No habría nada que superar.
-Claro. Hay que aprender a sobrevivir, a perdonar los errores, a saber qué hacer…
-Y si no aprendes… ¿Dios te castiga?
-Yo creo que no, porque Dios dejó al Diablo a cargo de eso.
-¿No será que uno se castiga a uno mismo?
-Sí, también… porque si tú estás haciendo algo malo, Dios no te va a tocar ni mirar… o… mirar sí, te va a mirar todo el rato…, pero no te va a hablar. Dios no va a hacer nada, sólo va a quedarse mirando. No es que él haga el castigo, es la vida la que lo hace.
-¿Dónde aprendes todas estas cosas? ¿Aprendes todo en el colegio o las piensas tú también?
-Las aprendo en el colegio, en la iglesia, de los papas, los curas… y de las personas también aprendo. Por ejemplo, si hay un niño que todos lo molestan, que está mal, yo me hago amiga de él. Aunque sea feo, esté mal, me hago amiga de él, y… ¿le digo por qué estoy diciendo esto?
-Sí, dime.
-Porque acaba de pasar conmigo, ¡guauuu! Yo soy de sexto, él es de octavo y no tiene amigos, está solo, y yo me hice amiga de él y hago todo lo posible para darle cosas, darle una amistad.
-¿Por qué ese niño está tan abandonado?
-No sé. Los compañeros lo tratan mal, lo molestan mucho… Desde kinder lo molestaban, quizás por el pelo largo, porque antes tenía el pelo largo. Pero uno puede tener el pelo como quiere. Por ejemplo, todos opinan de mi pelo, me dicen que tengo mi pelo lindo, pero me opinan que me lo alise y yo digo que no me lo voy a alisar. Me lo alisé una vez, y esa va a ser la única vez que me lo voy a alisar. No voy a cambiar mi pelo, así soy yo, ellos no tienen por qué decidir cómo es mi pelo, yo lo dejo como yo digo, ¡guauuu! Y a ese niño lo molestaban quizás por el pelo. Pero yo… yo soy la más loca del curso, creo, yo hago reír a los demás, pero en buena, no por molestar a otros.
-Bueno, bueno… tú sabes mucho. Yo voy a elegir las mejores cosas que has hablado para ponerlas en la revista. ¿Y qué te parece esto de haber sido entrevistada?
-Está bien, ja ja ja.
-¿Por qué?
-Porque yo dije “yo quiero ser Carmela”. Nadie quería ser Carmela en mi curso, hasta que yo levanté la mano. Porque cuando yo hago algo, ya las otras personas quieren. Por ejemplo, yo me pongo en una fila, después está llena la fila. Yo voy al cine, después el cine está lleno, ja ja ja ja ja ja…