Por:
Sylvia Diaz Araya.
Tal
vez el fenómeno acerca de las Energías Renovables
en Chile sea algo aún distante respecto a nuestro
diario vivir, ello quizás dado a que existe por nuestra
parte una despreocupación por la dependencia de las
energías convencionales, reflejado por nuestro consumo
falto de responsabilidad ambiental. En este sentido, cabría
preguntar: ¿qué hacemos para introducir el
uso de estas energías en nuestro consumo?, o bien,
¿qué debemos hacer
? Introducir nuevas
formas de generar energías limpias implica un cúmulo
de cambios en el ser humano y, por ende, de la sociedad
en su conjunto, tarea al parecer nada de sencilla dadas
las condiciones del mercado de las energías convencionales
(gas, electricidad, entre otras). A ello se suman otros
factores de carácter económico, tecnológico,
político y de gestión para el aprovechamiento
de energías renovables en nuestro país. |
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Pero la cuestión
está en saber ¿qué?, ¿para qué?
y ¿cómo? introducir el uso eficiente de estas energías.
Una vez ya analizado, decidido y ejecutado, podremos estar en
posición de ser impulsadores y exigir conciencia ambiental,
ello sustentado por la experiencia adquirida.
Basándose
en las interrogantes ya planteadas debemos comenzar por saber
qué fuentes generan las energías limpias y su
disponibilidad para su aprovechamiento (geografía), y
luego debemos saber para qué queremos introducir nuevas
energías en nuestros hábitos de consumo. Para
ello, es imprescindible tener claridad de lo que se quiere solucionar
o mejorar previa identificación del problema o de la
situación. En tanto el cómo, es un elemento clave
en el uso eficiente de energías a largo plazo.
Las fuentes
que permiten la generación de energías limpias
son varias y contribuyen al futuro de la investigación
y del desarrollo: el sol (energía solar), el viento (energía
eólica), el agua (energía hidráulica),
la biomasa (energía geotérmica). De acuerdo con
ello, nuestro país presenta una geografía tan
diversa, que hace posible aprovechar cada una de las energías.
Por tanto, se cumple el requisito de disponibilidad. En tanto
los beneficios, se cuenta con el ahorro monetario al sustituir
o complementar energías convencionales con energías
limpias, la disminución de residuos contaminantes al
medio ambiente, principalmente referido al CO2, CFC y metano
(gases de efecto invernadero). Hasta ahora, el gran desafío
es pasar de las intenciones a las acciones. Por ejemplo, podemos
decidir por el aprovechamiento de la energía solar para
uso doméstico, como es el caso de las cocinas y secadores
solares utilizadas en la IV Región, o bien, como plantas
de energía térmica solar generando gigavatios
para la red de electricidad. Actualmente, en el Cajón
del Maipo el grupo Ecomaipo (www.ecomaipo.cl) está participando
como ejecutor de la iniciativa Plan Cordillera de Energía
Solar, coordinado por la Gobernación de la Provincia
Cordillera. Tal iniciativa proporciona los elementos necesarios
para aquellos interesados en el uso eficiente de las energías
limpias. Casos como éstos nos permite visualizar mejor
nuestras respuestas frente a las interrogantes ya planteadas
al comienzo de este artículo.
Acceder
a las tecnologías disponibles no requiere de gran inversión
cuando de proyectos pequeños se trata, así que
enfocándose en este punto, particularmente, en el aprovechamiento
de la energía solar, puedo mencionar las placas solares
que utilizan espejos como material de construcción y
también, algo más elaborado, los tejados de células
fotovoltaicas. Sin embargo, la asesoría y la información
son determinantes en el diseño, construcción,
operación y mantención del proyecto.
DdO
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