Mariana
Riquelme vive en El Melocotón con su familia, y aquí
nos da su testimonio. Así vamos conociendo a la gente
del Cajón, sus pensamientos, sus puntos de vista...
En
este momento estoy con un gran hombre, y estamos tratando
que nuestra relación perdure. Vivo con mis hijas
Maríajesus (Tutú), Ignacia (Nini) y Marianne
(Mane). Mi hija mayor María Francisca (Nan) vive
en Santiago con sus abuelos y estudia Nutrición
en la Universidad de Chile. Ahora estoy cesante. Trabajé
en el Banco Edwards, y gracias a Dios me echaron. Entonces
opté por la crianza de mis hijas y por dejar la
ciudad, y nos vinimos a vivir a Melocotón, en la
casa familiar a la que antes veníamos seguido.
Mi día funciona en torno a mis hijas, la casa y
un taller donde produzco para vender en la Plaza de San
José los fines de semana. También hago reiki
y jardineo...
|
|
|
Me
encanta vivir en el Cajón. Esto es vida, estar con los
tuyos y contigo misma, en comunión con la naturaleza
y con la misión que a cada uno le toca en esta vida.
La gente del Cajón es acogedora, honrada y confiada,
y como en todas partes, también hay personas un poco
más complicadas. Mi vida ideal es la que aquí
llevo. A lo mejor me falta un poco de plata, pero realmente
creo que gozo de un gran premio que Dios nos regaló.
Eso sí, recomendaría a las autoridades del Cajón
que brindaran más seguridad y efectuaran más actividades
artísticas, para atraer así a la población
santiaguina y también a extranjeros. Hay que poner coto
a la droga, no existe mucha vigilancia y nuestro Cajón
pasa susto cada vez que se nos llena de mochileros que vienen
a consumirla.
Mi
mayor fantasía es viajar, empezando por Isla de Pascua,
luego Egipto , Israel, Grecia... De mi misma cambiaría
esto de a veces ser tan acelerada, tan perfeccionista. A la
sociedad le cambiaría la falta de respeto y el poco amor
al prójimo. Creo en Dios, sé que es la energía
del amor que nos protege y nos guía. Dios tiene para
cada uno un destino, el cual tomamos o dejamos. Para comunicarnos
con él tenemos que conocerlo. La religión que
uno opte es de acuerdo a la crianza y vivencias de cada cual.
También creo que existe la vida después de la
muerte, con a lo mejor un peldaño más de sabiduría,
donde nos vamos purificando para poder llegar finalmente al
encuentro con lo divino. La reencarnación para mí
es un proceso de purificación del alma, pues el cuerpo
es como un disfraz que nos toca tener mientras estamos en las
etapas que nos corresponda. El sentido de la vida es la forma
de cumplir la misión que cada persona tiene, también
cultivar los dones personales y transmitir a nuestros seres
queridos los conocimientos adquiridos en el transcurso de nuestras
vidas. Vivir es gozar, aprender, amar y valorar.
La
foto del desnudo del Dedal de Oro no me ha causado ninguna impresión
negativa. Al contrario, es mostrar la comunión existente
entre la naturaleza y el ser humano, mostrar la belleza total
de nuestra existencia. Esa foto me da cierto sentimiento de
paz, es completamente artística. Por otro lado, rechazo
mil veces todas las escenas de violencia en las películas.
El sexo, mientras no sea pornografía, lo encuentro hermoso.
Considero que los embarazos adolescentes no deberían
existir, pues siento que cada niñita embarazada es una
persona que a futuro se va a sentir insatisfecha, con dolor
y rabia, y como resultado va a existir un niño(a) también
resentido(a), un niño(a) con una falta importante, que
es su seguridad de padre. Considero que estos embarazos se producen
por falta de información y comunicación con nuestros
hijos. Lo ideal respecto a las relaciones sexuales es que los
niños(as) adolescentes las tengan cuando se sientan preparados,
enamorados y responsables, y cuando tengan la voluntad de cuidarse.
Hay que considerar que en la vida tenemos no sólo una
pareja. Nos sentimos enamorados mil veces antes de conocer el
real amor. Si tuviéramos relaciones con cada una de las
personas de la que nos sentimos enamorada, a mi edad (que no
son pocos años) ya tendría un historial tremendo
de compañeros sexuales. Tenemos que considerar que la
sexualidad está llena de magia, que no es chacota, que
es un placer que Dios nos entregó para respetarlo.
Hombre
y mujer fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, por eso
considero que no somos unos mejores que otros. Las mujeres somos
discriminadas, pero al pasar de los tiempos hemos demostrado
que nuestra capacidad intelectual es igual y a veces mejor que
la de los hombres. Antiguamente, todos pensaban que las mujeres
sólo éramos capaces de criar hijos y nada mas,
pero a medida que han ido pasando los años estamos demostrando
lo contrario. Algo que me causa rabia es la falta de respeto
y de consideración, mas aún cuando está
enfocada hacia las personas pobres, que no tienen acceso a defenderse.
Para no sentir esa rabia trato de estar cerca de ellos. Mis
alegrías más grandes son tener a mis hijas y a
mi mamá, haber tenido un papá como el que tuve,
vivir tan cerca de mi hermano, cuñada y sobrino, tener
una familia como la que tengo y haber conocido a un ser tan
especial con el cual ahora tratamos de ser felices.
Una
fantasía que tuve desde muy temprana edad era que sólo
existiera una gran nación, sin fronteras, sin envidias,
ni guerras, pero a lo largo de mi vida he aprendido que esa
es la vida eterna. Entonces llegamos al lugar de donde hemos
venido, un lugar sin maldad, sólo con las personas que
han alcanzado la sabiduría y la maestría y donde
gobierna el respeto y el amor.

|