EL CARÁCTER PARTICULARMENTE DURO del escritor y filósofo español Miguel de Unamuno se tradujo en no creer en una filosofía sistemática sino más bien en la negación de cualquier sistema filosófico, aunque preservando el valor de la filosofía "en sí misma". Sin ningún sentido religioso, para él la vida se termina definitivamente con la muerte, aunque, sostenía, se necesita creer en un Dios, tener fe. Es decir, creía en un conflicto interior que se produce entre la necesidad de tener fe y la razón que niega tal fe. En cierta oportunidad correspondió al rey Alfonso XIII de España hacerle entrega de la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio, que le había sido otorgada por una de sus obras. Luego de la ceremonia y de los correspondientes discursos oficiales, Unamuno se dirigió al rey: "Majestad, me siento de verdad muy honrado por este premio que tanto merezco". Sonriendo el monarca comentó: "No deja de parecerme curioso lo que usted dice, puesto que a los otros escritores a quienes se los he entregado me han dicho precisamente lo contrario, que no se lo merecían". A lo que el terco de Unamuno respondió simplemente: "¡Y tenían razón!"

EL PREMIO NOBEL DE LITERATURA 1982 Gabriel García Márquez creó una ciudad ficticia llamada Macondo, escenario de la mayoría de sus obras. Como el propio autor ha escrito: "Macondo no es un lugar, es un estado de ánimo". En sus memorias reconoce que tomó el nombre de una hacienda bananera que descubrió en un viaje en tren que a los 15 años de edad habría realizado con su madre a su ciudad natal, Aracataca, para vender la casa familiar donde había nacido. Atravesó el pueblo, dijo, como si se tratara de una ciudad fantasma, para darse cuenta de que todo estaba más viejo y polvoriento que como él lo recordaba. Así, poetizando la realidad vivida en Aracataca en su niñez, destruyó la realidad y la reconstruyó en ficción creando Macondo, escenario donde lo mágico y lo fantástico se entremezclan como si todo fuera normal, lo que le permitió crear el nuevo género literario conocido como "realismo mágico". En el año 2004, autoridades locales propusieron rebautizar a la ciudad de Aracataca como Macondo, pero la iniciativa fracasó por no alcanzar el número mínimo de votantes que exige la ley.

MARK TWAIN, EL POPULAR ESCRITOR, orador y humorista estadounidense, escribió obras de gran éxito como "El príncipe y el mendigo", pero es conocido sobre todo por su novela "Las aventuras de Ton Sawyer". Consiguió también éxito como orador, ocasión en que derrochaba ironía, ingenio y sátira. Nació durante una de las visitas a la Tierra del cometa Halley y predijo: "También me iré de este mundo con él". Y, efectivamente, murió 74 años después, al siguiente regreso a la Tierra del cometa. Mucho se cuenta de él por su fama de distraído. Viajaba en una oportunidad en tren por Estados Unidos cuando se le acercó el Revisor que controla los billetes del pasaje. Twain comenzó a buscarlo en sus bolsillos una y otra vez sin encontrarlo. Tras una larga espera sin que el billete apareciera, al verlo tan afligido el Revisor se dirigió a él amablemente: "No se preocupe, señor Twain. Lo conozco muy bien, sé que usted es el autor de "Tom Sawyer" y no tengo ninguna duda de que tiene el pasaje". El escritor respondió confundido: "No, no es eso, lo que pasa es que si no lo encuentro no sé dónde tengo que bajarme".

MUCHO SE PODRÍA DECIR sobre el punzante escritor, poeta y dramaturgo irlandés Oscar Wilde. Su éxito se basaba en el ingenio lleno de sarcasmos e ironía que derrochaba en sus obras y en la vida diaria, dedicados casi siempre a fustigar la falsedad e hipocresía de la sociedad en que le correspondió vivir. Precisamente su más famosa novela, "El retrato de Dorian Gray", le reportó feroces críticas desde sectores puritanos y conservadores. Solía comentar que la gente, concentrada en su propio interés, con increíble frecuencia no escucha lo que se le dice. Para demostrarlo contaba a sus conocidos que en una ocasión debió asistir a la fiesta de una importante familia londinense a la cual, como de costumbre, llegó con retraso. Acudió a recibirlo la anfitriona y Wilde, recurriendo a su conocido humor negro, dio la siguiente excusa: "Le ruego disculparme, pero me demoré debido a que hube de asistir al funeral de una tía a la que acabo de asesinar". A lo que la dama, preocupada de otros aspectos de la recepción, sin inmutarse contestó con la mejor de sus sonrisas: "No se preocupe, lo importante es que haya venido".

LA PUBLICACIÓN EN 1910 de su primera novela, "El inútil", marcó para siempre al novelista, periodista y cronista Joaquín Edwards Bello como un gran cuestionador y crítico de la realidad chilena y, en particular, de nuestra sociedad. Su producción literaria, escrita en un lenguaje directo y cargado de ironía, fue vasta y variada. Un cronista chileno lo definió así: "Más que maldito, fue un individuo incómodo e incomodante, un crítico permanente e impredecible de las costumbres nacionales". Víctima de una hemiplejia que lo tuvo postrado en sus últimos años, se suicidó en 1968 a los 80 años de edad. Durante el transcurso de la primera Guerra Mundial, desde 1914 al 18, Edwards Bello se encontraba en París. En cierta ocasión durante un encuentro social una señora lo interrogó sobre la razón de que no se encontrara combatiendo en el frente, como la mayoría de los jóvenes franceses. Edwards Bello le respondió con naturalidad "Porque soy chileno, señora". La dama, al parecer no muy letrada, lo miró consternada a los ojos para preguntarle: "¿Y eso es muy grave?"

MUCHOS SE PREGUNTAN por qué nuestro Premio Nobel de Literatura Neftalí Reyes Basoalto adoptó el famoso seudónimo mundialmente conocido de Pablo Neruda, de dónde salió ese nombre. El origen nunca ha llegado a estar del todo claro. En su autobiografía "Confieso que he vivido", Neruda reconoce haberse decidido a optar por otro nombre para no herir a su padre, que podría haberse sentido avergonzado de tener un hijo poeta. Hay quienes han escrito que tomó el nombre prestado del autor checo de novelas costumbristas Jan Neruda. Otros dicen que, en realidad, éste nombre está inspirado en un personaje de la novela "Estudio Escarlata", de Arthur Conan Doyle, creador del detective Sherlock Holmes, donde precisamente el protagonista, Holmes, dice ir a escuchar un concierto de la famosa violinista Guillermina María Francisca Neruda. El asunto sigue permaneciendo en el misterio. En todo caso, muchos años después el mismo Neruda escribiría: "¿Hay algo más tonto en la vida que llamarse Pablo Neruda?"

MARK DAVID CHAPMAN ES EL NOMBRE de quien la mañana del 8 de diciembre de 1980 asesinó al conocido músico John Lennon. Luego de dispararle los cinco tiros que le causaron la muerte, en vez de huir Chapman permaneció en el lugar hasta que llegó la policía, que lo detuvo sin que opusiera resistencia. Al contrario, sacó un libro que estaba leyendo, se trataba de la novela "El guardián entre el centeno", título también traducido como "El cazador oculto", del escritor estadounidense J. D. Salinger, novela que al publicarse había provocado numerosas controversias por retratar sin tapujos la ansiedad, la sexualidad y rebeldía adolescentes. Al ser detenido, Chapman sólo declaró que el personaje protagónico "sabía dónde van los patos en invierno, y yo quería saberlo". Alguien comentó que: "No todos los escritores tienen la suerte de que un asesino famoso, cuyos actos llegaron a paralizar aquel día el mundo entero, se obsesione con tu obra". Coincidencia o no, el hecho es que en adelante Salinger se sumergió en el silencio. Ni una línea suya volvió a salir a la luz en casi 45 años.

EL ESCRITOR PERUANO MARIO VARGAS LLOSA, Premio Nobel de Literatura 2010, comenzó su importante obra con una tesis titulada "García Márquez: historia de un deicidio", para obtener el título de Doctor en Literatura en la Universidad Complutense de Madrid, donde hace un profundo análisis de la obra de su entrañable amigo. Pero esa estrecha amistad no duró eternamente. En febrero de 1976, durante el preestreno de una película en México, Vargas Llosa se acercó imprevistamente a García Márquez para asestarle un formidable puñetazo que lo tiró insalvablemente al suelo. Más tarde lo ridiculizaría llamándolo "cortesano de Fidel Castro". El motivo de la pelea se mantiene hasta ahora en el misterio. Según algunos Gabo habría aconsejado a la mujer de Vargas Llosa que se separase debido a una supuesta infidelidad. Otros sostienen que fue por motivos políticos. Vargas Llosa ha fluctuado entre la izquierda y la derecha, lo que le ha provocado la animadversión de gran parte de los intelectuales de izquierda. El hecho es que ambos se han negado a explicar el motivo, sólo queda como recuerdo una fotografía del colombiano Gabriel García Márquez con un ojo morado, que salió a luz treinta años después del incidente y dio la vuelta al mundo, quien al recibir el Premio Nobel sólo declaró que deja investigar sobre la violenta agresión a sus biógrafos.