Revista Dedal de Oro N° 67
Versión electrónica de la Revista Dedal de Oro. Nº 67 - Año XII, Verano 2014

LINTERNA-TURA

LA CADENA DEL WATER Y EL MORABITO DE SIDI SOLTÁN

ROLANDO NAVEAS LEITON (Dedicado al Payo)

Hombre meditabundo en un sofá con un gato en sus piernas.

Técnicamente se trata, obvio, de un detalle que, por su esencia, es producto del hombre, especialmente cuando nos referimos a las pannes de gasfitería; pero ese detalle, tecnológicamente desperfecto, cuando es en la cadena del baño, simplemente se torna en una calamidad: ¡no poder cagar tranquilo por la cresta! Sin trauma, con pachorra, diletando el alivio tripal… relajándose. En todo caso no faltó el amigo que te tiró la cola y te solucionó el problema. He intentado poner un poco de orden en las herramientas que conviven con los libros y el computador de esta pieza chica y sofocante en verano y chica y congelante en invierno, nostálgica en otoño, sonriente en la primavera. Me he preguntado muchas veces cómo debo combatir el ocio y la apatía, y nada mejor que escribir, escribir cualquier cosa, pero escribir. De allí a partir de tu empeiría aparecen mágicamente los cuentos y fluye la poesía; afuera el patio y más allá los jardines y los frutales muertos y otros agonizantes de la quinta, más lejos la pirca y más lejos todavía, por sobre las frondas, están las lomas verdes y detrás las montañas, y la nieve, y el sol. Tengo dos gatos finos que me acompañan, el Tejo y la Teja, una parejita de hermanos miau, muy jovencitos. El Resoplo, mi perro, no se lleva muy bien con los gatitos, problema de él digo yo. ¿Y qué tienen que ver en este cuento estos animalitos? Nada, salvo que son los únicos personajes que comparten escenario conmigo. No voy a relatar mi triste historia, invéntela usted si gusta, pero le informo que soy un viejo que vive solo. Esto para que se entienda lo que sigue. En conformidad con esta regla, la comprensión es innecesaria, porque el secreto está en uno mismo. No es que yo hubiese elegido este destino, pero sí, que construí el camino para llegar hasta acá. Este es mi karma, este es mi Tao. Pero no nos pongamos graves, demos luminosidad a nuestros ojos desde el interior, que se refleja en el sol de mediodía y en el plenilunio. ¿En qué estamos pensando? ¿En el morabito de Sidi Soltán?

Desolado desierto en donde ocurrirá una fiesta. Día quieto. ¿Por qué este día? ¿A qué hora, quiénes, qué, cómo? Mujeres con hopalandas negras o violetas, con las piernas abiertas. Gallinas amarradas, hurgando en la tierra, hombres con turbantes, y por la estepa tunecina van llegando desde lejos los vecinos, con más gallinas y cabritos negros. En la celda oscura brilla desde ayer una lámpara humeante, jinetes vienen de Chebica y de Tamerza; todos se agrupan en torno al morabito y conversan con entusiasmo, las mujeres sacrifican a las gallinas. El sacerdote y guardián de la tumba pone una bandera verde en la entrada y luego entra en el morabito, de improviso, enigmáticos y mágicos comienzan a sonar los tambores, tubos grandes cubiertos con piel de cabra y pequeñas darbukas con armadura de barro seco. ¿Qué se espera? Nadie responde a esta pregunta. Los hombres fuman cigarrillo tras cigarrillo de tabaco fuerte, conversan al unísono, ríen. Las mujeres toman los animales, cabras, cerditos y borricos, para sacrificarlos, piernas bien abiertas y los pies firmes sobre la tierra polvorosa; cuchillo en mano, salpicaduras de sangre. Algunos traen sarmientos y leña. Las mujeres arrancan la piel de los animales, vellón y plumas de gallina. Los bichos aún se debaten, todo es presuroso, delicia para los perros que huyen al oasis con las pieles, plumas, achureos y tripas, y se satisface la curiosidad de los niños. Animales desollados arrojados al fuego en el anochecer; las mujeres lanzan gritos agudos, de fondo los tambores. La carne asada es lanzada por el sacerdote guardián del morabito hacia el grupo de mujeres y hombres; éstos comen con voracidad, se llenan. En el desierto estepario viven del hambre, apenas dátiles guardados en bolsas de piel de cabra. Ahora a empacharse comiendo. La manducación. Bandera verde, se reúnen, después de viajar kilómetros hasta el morabito de Sidi Soltán, un día en particular, para comerse todo de una vez, un día al año. El desafío de tener para la noche única del festín. La fiesta del derroche. El que guarda para mañana siempre tiene aunque sea para una sola ocasión en el año. En medio de esta reflexión ha reaparecido el problemita este de la cadena del wc, comienzo a preocuparme, hasta incluso desesperarme. Lo converso con Resoplo, pero éste solo me mueve sus orejas y bornea la cola. El Tejo y la Teja me sugieren un tenue miau. Ya me voy de maestro chasquilla, pues nada más necesario que poder cagar con dignidad y tirar la cadena todos los días decentemente y no una sola vez al año. Debo admitir que estoy molesto. Hay que ver con estas averías. Así es que me las doy de maestro chasquilla o chapucero y me pongo a hurguetear, pensando que nunca ahorré para cambiar este bendito estanque. Me siento trasladado a Túnez y comienzo a urdir ideas, a juntar flujos para el que el desafío no se transforme en un sacrificio inútil. ¿Habrá fiesta? Eso lo sabremos cuando la llama del morabito que habita en el estanque de mi wc se ilumine. Roguemos al Señor. Salgo a respirar un poco de aire puro venido de nuestra cordillera fastuosa, Resoplo agita su cola, me mira sonriente con su lengua afuera y me regala un par de ladridos cariñosos. El Tejo insiste en subirse a mi falda cada vez que me siento, me sigue por todas partes, y aquí está de nuevo metido entre mis piernas. La Teja me rasguña el pantalón para que le dé más comida, bueno, de vuelta a lo mío. Fracaso total, no funcionó, se me oscurece, mañana insistiré en la tarea de reparar mi wc. Un parche hasta tener dinero para cambiar toda la instalación. Quedó probado que derroché mucho y logré nada. Retornaré al morabito de Sidi Soltán… algún día, quizá me tope con la fiesta…

 
Volver al artículo anterior de Dedal De Oro Ver Artículo Siguiente
Volver al Índice de Dedal De Oro
Ponga su aviso aquí, será visto por más de 13.000 personas. Ponga su aviso aquí, será visto por más de 13.000 personas. Ponga su aviso aquí, será visto por más de 13.000 personas. Ponga su aviso aquí, será visto por más de 13.000 personas.