VISTA DE LA PLAZA, HACIA LA IGLESIA.
PRIMERA MITAD DEL SIGLO PASADO.



UNA REINA DE LA PRIMAVERA
(NO IDENTIFICADA) EN UN CARRO ALEGÓRICO.



GRUPO DE JÓVENES CON DISFRACES;
UNA COSTUMBRE DE LA ÉPOCA EN ESTAS FIESTAS.



COMPARSA DE UNA DE LAS CANDIDATAS
A REINA DE LA PRIMAVERA, CON DISFRACES.

LAS FOTOS NOS FUERON CONCEDIDAS POR SERGIO CAMPODÓNICO
(Q.E.P.D.). LAS 4 FOTOS FUERON HECHAS EN SAN JOSÉ DURANTE
LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO PASADO EN LAS
CELEBRACIONES DEL CARNAVAL DE LA PRIMAVERA.

Entre los recuerdos de la niñez y juventud han aflorado los del Carnaval de la Primavera en nuestra comuna de San José de Maipo. Digo comuna, pues los diferentes poblados presentaban candidatas a Reina de la Primavera, efectuando diversas actividades para reunir fondos que se invertían en votos, los que llegaban a la Comisión organizadora. Obtenía el reinado quien lograba la mayor cantidad de votos. También se designaba al Príncipe consorte, que acompañaba a la Reina. Este era el Rey feo.

En el Teatro Ideal, de don Félix Martínez, se efectuaba la Velada Bufa, en la cual era coronada la Reina de la Primavera y el correspondiente Rey feo. En la ocasión se presentaban números artísticos y en forma muy especial se dedicaban palabras a la nueva soberana, generalmente versos compuestos en forma especial para quien obtenía esta distinción. Para distinguir a quien ofrecía estos versos dedicados a la distinguida Reina, se hacía un concurso público, otorgando un premio al ganador. Además, la Reina tenía una corte compuesta por las virreinas, quienes eran las damas que habían competido por el reinado.

En esta velada también se dedicaban actuaciones o palabras alusivas a algunos vecinos muy conocidos en la comunidad, resaltando especialmente su trabajo o actividad relacionada, que servía para hacer bromas al respecto. Hoy recuerdo una que me cantaron, y que dice así:

Don Humberto Calderón
no tiene vaca ni ternero
y la leche que vende al pueblo
él la saca del estero.

Otra dice:

Don Juan Quintana tiene
el potrero del nogal
con el puquio y la piedra de los enamorados
donde vamos a pololear.

El día sábado en la noche se realizaba el desfile de los carros alegóricos y comparsas de disfrazados compitiendo por premios que entregaba la comisión organizadora. Los recursos para premios se obtenían del dinero que se recaudaba por la venta de votos para elegir a la Reina. De ese mismo recaudo salían los fondos para preparar el carro que llevaba a la Reina y su corte.

Se presentaban hermosos carros adornados en camiones, colosos, carretones u otros medios, los que siempre tenían algún significado de la localidad o institución que representaban. Estos carros se montaban en lugares ocultos para que otros competidores no los conocieran.

Recuerdo un carro que representó a El Volcán. Este estaba montado sobre un camión transformado en volcán, el cual, por su cráter, lanzaba abundante humo. Carro muy aplaudido y valorizado por todos quienes presenciaban con alegría el desfile.

Y vinieron varios años en que no se realizó esta hermosa y festiva actividad, se perdió la tradición. Fue el Rotary Club de San José de Maipo el que, posteriormente y por varios años, dio vida a una nueva fiesta con reinas, carros alegóricos y comparsas.

Esta nueva actividad de esparcimiento y alegría se llamó la Semana rotaria y se hacía en la última semana del mes de enero con bailes todas las noches en la plaza, frente al restaurant Colo-Colo, donde en un quiosco especial se instalaba la música, bebidas y otras cosas para vender. Las mesas y sillas para que ocupara el público eran prestadas por el dueño del Colo-Colo, don Carlos Basterretche, ejemplo digno de destacarse, pues esto era competencia para su negocio.

Mientras tanto, durante la semana, las candidatas a reina vendían votos para ceñirse la corona. El viernes por la noche se efectuaba el escrutinio que elegía a la Reina.

El día sábado por la noche se efectuaba el desfile de comparsas y carros alegóricos. Los premios de las diferentes competencias se entregaban en el Gran Baile, que se realizaba en la cancha de basquetbol que había detrás de la Municipalidad local, hoy desaparecida y cuyo espacio es ocupado por la extensión de oficinas municipales.

Al comenzar la fiesta se remataba el primer baile con la Reina. El que ganaba este remate, ofreciendo la mayor cantidad de dinero, tenía derecho a elegir el baile que quisiera. A raíz de este remate, recuerdo lo que pasó con un amigo argentino, Alfredo Naim, que obtuvo este baile:

Locutor (Servando de la Paz): Ofrece remate al mejor postor en $ 1.000.
Una voz: Acepto.
Locutor: Hay $ 1.000. ¿Quién da más?
Otra voz: $ 2.000.
Locutor: Hay $ 2.000. ¿Quién da más?
Alfredo Naim: Yo. $ 3.000.
Locutor: Hay $ 3.000 del señor argentino que viene a cooperar. ¿Quién da más?
Alfredo Naim: Yo. $ 4.000.
Locutor: Hay $ 4.000 del señor argentino. ¿Quién da más?
Alfredo Naim: Yo. $ 5.000, y voy solito subiendo sobre la mesa.
Locutor: Tengo $ 5.000 del señor argentino. ¿Quién ofrece más?
Alfredo Naim: Yo. $ 6.000, y voy solito.
Locutor: Tengo $ 6.000 del señor argentino. ¿Quién da más?
Alfredo Naim: Yo. $ 7.000. Voy solito.

Y así, entre las carcajadas del público, llegó a $ 10.000. Se le agradece la cooperación, se baja de la mesa y baila un tango con la Reina.

Son muchos los recuerdos y anécdotas de estas hermosas actividades que le daban alegría y amistad a las semanas estivales de nuestro pueblo, tanto a veraneantes como a delegaciones que concurrían desde los diversos poblados de la comuna.