Qué llueva, qué llueva, la vieja está en la cueva, los pajaritos cantan, la vieja se levanta... Me gustaría bañarme desnuda bajo la lluvia torrencial, danzando, cantando, gritando, pero está mal visto. Desde chiquitita miro las aguas del río Maipo, verdes cuando no hay deshielo, marrones cuando lo hay. Mi abuelo pescaba truchas, mi hermano –que es medio poeta - se quedaba escuchando el correr del agua que “arrastraba al tiempo”, decía él. Y yo... encuentro asombroso cuando llueve sobre el río, la lluvia cayendo sobre el agua, la lluvia cayendo en mi pelo y en mi piel. Y cada vez llueve menos, y
|
|
 |