Versión electrónica de la Revista Dedal de Oro. Nº 45 - Año VII, Ocubre y Noviembre 2008
ENTRE LAS FRONTERAS DE ETIOPÍA, SUDÁN Y KENIA, A ORILLAS DEL RÍO OMO, EN EL VALLE DE RIFT, VIVEN HOMBRES Y MUJERES, NIÑOS Y ANCIANOS QUE, PINTÁNDOSE EL CUERPO, SE CONVIERTEN EN GENIOS DEL ARTE. ES UNA REGIÓN VOLCÁNICA QUE PROPORCIONA UNA INMENSA PALETA DE PIGMENTOS: ROJO OCRE, BLANCO CAOLÍN, VERDE COBRE, AMARILLO LUMINOSO O GRIS DE CENIZAS. PINTAN Y DIBUJAN CON LAS MANOS, CON UNA RAMA, UNA CAÑA O UN TALLO. PINTURAS QUE UNEN LA CARNE CON EL ESPÍRITU Y QUE ESTÁN EN EL PUNTO MÁGICO DE DOS EXTREMOS QUE SE TOCAN: EN ESTE CASO, LO INFANTIL Y LO GENIAL. ELLOS VIVEN SEDUCIENDO, EMBELLECIENDO, JUGANDO Y GOZANDO. SUMERGIR LOS DEDOS EN LA ARCILLA, ESCOGER FLORES, FRUTOS Y HOJAS Y, EN UN SANTIAMÉN, EN EL ROSTRO, EN EL TORSO, LOS PECHOS, EL PUBIS, LAS PIERNAS, NACE LO ÍNTIMO DEL ARTISTA QUE TODOS LLEVAMOS DENTRO PERO QUE SÓLO ALGUNOS PUEDEN MANIFESTAR.






 






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