de la cola. Me dio un poco de miedo y me
sorprendió que el cuerpo del pez estuviera igual de frío
que el agua de afuera. Yo esperaba más calorcito y tuve
recuerdos de una vez que había formado parte de un chorro
de vapor ardiente que venía desde el centro de la Tierra
y que se escapaba por una rendija entre las rocas de la cordillera.
Desde que tengo recuerdos, he viajado mucho, no sólo
subiendo y bajando del cielo, sino por todos los rincones
de este planeta. He conocido el cuerpo de mil insectos diferentes
y me he deslizado por los recovecos del cuerpo de muchas personas
nadando en los ríos, o dándose un baño
termal, o empapándose bajo una lluvia torrencial, o
sudando la gota gorda al trabajar físicamente, o simplemente
cantando bajo la ducha. He caído por quebradas, he
colgado en las hojas de muchos árboles, me he escurrido
por el vidrio de la ventana de una joven con penas de amor,
me he hecho barro, he sido parte del refrigerante en el motor
de un automóvil, me han bebido y orinado miles de veces
y a menudo he terminado en los desagües y las cloacas.
Pero siempre me repongo. Puedo estar en el agua sucia, pero
yo estoy limpia. Mi vida peligra sólo cuando hay contaminación,
eso sí. Cada día la gente cuida menos el agua
dulce. Yo he estado en las cañerías de agua
potable, en ríos y esteros, en lagos y pantanos, pero
mi existencia casi entera ha transcurrido en los mares de
agua salada, que abunda en el planeta. El agua salada no es
potable, no le sirve al hombre para su sed y sus campos, por
eso prefiero ser dulce. Pido que me cuiden, que me quieran,
que me reconozcan como necesaria para la vida.
Mientras pienso, avanzo por este río subterráneo
que me lleva... ¿hacia dónde? Allá a
lo lejos diviso una salida, un conducto lateral por el que
me meteré hacia la superficie de la Tierra. Formaré
parte de un manantial que surge en medio de una montaña
caliente, ardiente bajo el sol. La persona que pase por allí
toma del agua del manantial, se refresca la frente, agradece
la existencia del agua y después sigue su camino. Sabe
que sin agua, sin mí, su propia vida sería imposible.
Soy modesta, pero también soy imprescindible. DdO