Más
tarde, en pleno Paseo Ahumada, una densa marea humana me llevó
justo al centro de una ruidosa manifestación que, a
juzgar por su escuálida convocatoria, no estaba dando
el resultado esperado. Una que otra bandera, silbatos y un
par de deslavadas pancartas exigían al Gobierno terminar
con la corrupción. Un viejito de impecable terno azul
llevaba la batuta y, megáfono en boca, repetía
incansable: ¡No más corrupción! ¡Basta
ya de nepotismo! «Cada loco con su tema», pensé,
y retomé mi rumbo.
Unas
cuadras más allá el alboroto afuera de una tienda
despertó mi curiosidad. Dos carabineros sacaban esposada
del l o c a l a u n a m u c h a c h a q u e , aparentemente,
había sido sorprendida robando. Me acomodé al
lado de un kiosco para apreciar mejor la escena y, sorprendida,
vi que por una manga de su polerón asomaba una cajita
roja que había sustraido de la tienda. «¡Pescaron
a la Negra, la mechera más famosa del Paseo»,
me comentó un lustrabotas al ver cómo estiraba
mi cuello luchando por no perder detalle de lo sucedido. Cuando
se llevaron a la mujer la multitud se dispersó rápidamente
como si nada hubiera ocurrido.
Llegué
a la plaza
Esperé casi una hora, pero mi amiga
no llegó. Aún no se comunica para darme una
buena explicación. Y mientras espero su llamada los
invito a leer un nuevo capítulo del Palabreando.
Hoy conoceremos
el origen de tres vocablos que, por lo simpático de
sus historias, vale la pena compartir con ustedes. Como sabemos,
puede haber más de una explicación para cada
palabra; las que les ofrezco fueron extraídas del libro
Palabras con historia del periodista y estudioso
del tema Héctor Velis- Meza.
FORNICAR
Este vocablo, según la RAE, alude a la cópula
carnal fuera del matrimonio. Nace de la voz latina fornix,
que en la Antigüedad identificaba a los arcos y bóvedas
que sustentaban los muros externos de los edificios públicos
como circos, acueductos y baños. Velis-Meza nos cuenta
que en el siglo I a.C., bajo estos arcos, usualmente las prostitutas
cerraban sus tratos de carácter sexual con los clientes.
Y a veces, cuando las finanzas eran escasas y no era posible
concurrir a la intimidad del burdel, el apareamiento se consumaba
bajo algún fornix, a vista y paciencia de los transeúntes
que pasaban por ahí. Así nació la voz
fornicar, identificándose con el lugar donde antiguamente
se mantenían relaciones sexuales fuera del matrimonio.
Con el tiempo el término latino fornix se convirtió
en sinónimo de prostíbulo y con los siglos,
en castellano, derivó a coito extramatrimonial.
NEPOTISMO
Es la preferencia desmedida que ciertas personas otorgan a
sus parientes para las concesiones o empleos públicos.
Su origen se remonta a la costumbre de algunos prelados y
papas del siglo XVI, que se inclinaban sin disimulo por sus
s o b r i n o s d e s i g n á n d o l o s e n importantes
cargos. En latín la voz nepotismo significaba preferencia
dada a un sobrino, pues en italiano antiguo, la expresión
nepote aludía tanto a sobrinos como a nietos.
MECHERA
Se les llama así a las ladronas de las tiendas, las
que por medio de artimañas roban prendas de vestir
y otros artículos introduciéndolos dentro de
su propia ropa o que se prueban varias de ellas, llevándose
algunas disimuladamente puestas encima de las otras. La denominación
proviene del verbo castellano mechar, esto es,
introducir lonjas de tocino en la carne que se va empanar
(encerrar algo dentro de una masa). La misma explicación
es válida para la carne mechada; en este caso las mecheras
hacen lo mismo, porque camuflan prendas de vestir dentro de
su ropa.
DdO