arquitectura
y publicitarias. Después derivé en el cine documental,
que es algo que me apasiona. Podría dejar de ser ingeniero,
pero no podría dejar de ser documentalista. Eso es una
tercera motivación en este proyecto, ver que a todo este
esfuerzo se le puede dar una forma de documental. Espero tener
terminado luego el relato del rescate de los dos carros y la
locomotora que estaban en San José de Maipo. Además,
hace ya veinte años vivo mitad en Santiago mitad en San
José, vengo a una parcelita donde vive mi padre, por
lo tanto, de alguna manera me siento cajonino.
C: ¿Cómo
llega usted a involucrarse en este proyecto?
M: Un
día leí en Dedal de Oro y en otra publicación,
que mi papá me tenía guardadas, sobre este tren.
Leí la revista y de inmediato me contacté con
Luis León. Lo llamé, le dije quién era,
que tenía un gran cariño por los trenes. Así
conocí a este hombre, que me empezó a contar
su sueño de reactivar el tren militar, un sueño
con acción. Empezamos a ver lo que estaba haciendo
y me fui involucrando. Lo primero era solucionar un problema
menor, poner los vidrios de la locomotora, lo que hicimos
rápidamente. Fui conociendo a las demás personas,
a don Héctor Salamanca, don Jaime Salazar y también
don Luis Pulgar, que son los que he visto trabajar junto a
don Luis con más ahínco Después, a través
de otros vecinos, me di cuenta que todos están muy
atentos de lo que sucede aquí. Entonces empezamos a
ver cosas más concretas, pero dentro de un marco de
realismo, porque en este ferrocarril hay muchos planes, muchas
cosas que se han dicho. Yo he escuchado que se piensa llegar
hasta Argentina con este tren - Dios quiera que eso ocurra
algún día-, pero se deben poner los pies sobre
la tierra. Entonces con don Luis dijimos, qué es lo
que podemos prometer a la comunidad y cumplir. Nos pusimos
de acuerdo en que lo más importante era rescatar lo
que quedaba de los carros de la Estación de San José
y la locomotora, que ya estaba absolutamente deteriorada.
Por lo tanto, era imperativo su traslado hasta El Melocotón,
y le dije a don Luis que su tarea era conseguir las autorizaciones
de la Municipalidad y del Ejército, y yo aportaría
mi personal especializado en montajes industriales y las grúas
correspondientes. Cuando tuvimos todo asegurado fuimos a la
radio Kairos y dimos el comunicado de que íbamos a
hacer el traslado, y se cumplió lo prometido. Fue un
rescate de material que se estaba muriendo, botado en la Estación
de San José de Maipo, sin el más mínimo
cuidado, sin el más mínimo cariño. ¡Cómo
puede ser que el patrimonio de San José haya estado
en esas condiciones! Ahora hay que planificar cómo
se restaura. Fue interesante el rescate porque dio la posibilidad
de trabajar en conjunto con la empresa privada, en este caso
Tensocret, con el Ejército y con la Municipalidad,
que dio la autorización. Es bueno que la comunidad
vea que se puede trabajar en conjunto en cosas que son positivas,
porque el rescate de este patrimonio es algo que va orientado
a potenciar la cultura de todo este Cajón. Esto es
patrimonio de todos los cajoninos, toda la gente antigua del
Cajón anduvo en el tren y sobre todo, favorecía
a los sectores más desposeídos. También
desde un punto de vista turístico se perdió
algo importante. Hoy en el Cajón, este ferrocarril,
sería una cosa maravillosa. Desgraciadamente los economistas
muchas veces tienen miopía y lo ven todo desde un punto
de vista de rentabilidad, y no ven otras cosas.
C: ¿Cuáles
serían los pasos a seguir?
M: El
desafío ahora es decirle a las autoridades militares
y civiles "miren, esto en algún minuto fue un
tren militar y estuvo a cargo del Ejército, después
estos carros estuvieron al resguardo de la Municipalidad,
pero miren en lo que quedó", y ojalá ellos
reaccionen de manera positiva y apoyen el proyecto en todo
sentido.
C: Don
Luis, ¿qué ha significado para ustedes que estén
apareciendo nuevas personas para el logro de sus objetivos?
L: Ha
sido algo espectacular. Realmente don Martín ha sido
como el gurú. Mucha gente ha prometido cosas para el
tren, pero se han ido en la promesa, en cambio él ha
aportado sus conocimientos como profesional y empresario.
Por otro lado, uno llega a la conclusión de que el
Metro no nos ha hecho todavía un gran aporte, aunque
hay un nexo porque nos apoyaron con unos rieles. Qué
sacábamos con traer los carros y dejarlos sobre la
tierra, entonces les agradecemos a don Róbinson Sepúlveda
y a don Javier Pinto. Ya esto va tomando el vuelo que necesitaba
para irse proyectando. Lindo sería llegar a Argentina,
pero primero hay que tratar de rehacer la Estación
El Melocotón y recuperar el material rodante.
M: Lo
bueno es que hoy en día no sólo existen sueños
sino también una planificación a corto, mediano
y largo plazo. El paso siguiente, donde también se
compromete Tensocret, mi empresa, es restaurar uno de los
carros. Necesitamos que se confirmen algunos recursos desde
la Municipalidad. Queremos invitar a la gente para que se
inscriba en la restauración de los otros carros y así
poder incentivarlos a todos.
C: ¿Cuál
es el ordenamiento que se le está dando al trabajo?
M: Primero,
para establecer a futuro un orden legal, la Personalidad Jurídica
del Proyecto Ave Fénix. Después, hay aspectos
técnicos de la locomotora J-4 que tienen que terminarse
e iniciar la reparación de la locomotora J- 3 rescatada.
Hay elementos técnicos y estéticos que tienen
que ver con la restauración de los carros, estando
atentos a su materialidad y forma original. Nos concentraremos
en la recuperación fidedigna de la estación
y el material rodante. De ahí, los pasos siguientes
serían intentar desplegar la línea férrea
entre Melocotón y San Alfonso o entre Melocotón
y San José. Lo demás es más complejo,
técnica y económicamente, pero sin los pasos
que se han dado, todo lo que vendrá sería imposible.
C: ¿Cuál
es la idea de la preparación del material audiovisual
que se está realizando?
M: Tiene
dos aspectos fundamentales: la primera, llevar un registro
ordenado desde mayo de 2007 a través de imágenes
de lo que se está haciendo. La segunda, el documental
que va a estar a mediados de enero, justamente cuando se inicie
la restauración de los carros, muestra el rescate de
los carros y la locomotora de la estación de San José
de Maipo: cómo se trasladaron hasta la estación
El Melocotón, cómo se planificó. Lo que
presenta el documental no es ficción e intenta reflejar
de la manera más objetiva posible los hechos reales.
L: Finalmente,
quisiera invitar a la gente a creer en nuestro proyecto e
involucrarse. Lo que deben traer son ganas de trabajar.
M: No
hay mejor manera de conocer a los amigos que invitándolos
a trabajar. Esa es nuestra invitación a toda la comunidad,
sin exclusiones. Trabajemos en la recuperación del
Tren Militar del Cajón del Maipo.