:: MIRADA FORASTERA.
    Cueca.

Por: Rose Deakin, vecina inglesa de San Alfonso.

Leí "La cueca y el 18" del Dedal de Oro de Agosto/ Septiembre, y me di cuenta que mi punto de vista, mi experiencia de la cueca en Chile (es decir en el Cajón del Maipo) es muy distinta.

Poco a poco empecé a ir a lugares en el Cajón donde realmente bailan la cueca. No es un "show" con traje perfecto, espuelas brillantes ni nada. Es la gente del pueblo bailando toda la noche con todo el corazón. Esta gente me trató con mucho cariño y tuve la oportunidad de bailar mucho con ellos.

Me costó mucho aprender la cueca. Aprendí de una manera intelectual, y aunque conozco los pasos, no puedo hacerlo con elegancia o estilo. Todavía no la tengo en el alma, pero estoy trabajando en esto. También el ritmo es difícil, y hasta ahora tengo que depender del hombre para saber exactamente cuándo se da la vuelta. En lugares más formales no pude bailar mucho, pero cuando fui a fiestas locales, rodeos, matrimonios o cualquier cosa, bailaba junto a la gente toda la noche. Me gustó tanto ver la pista de baile llena con adultos, niños y muchas veces también perros, todos bailando la cueca con gusto. Me gusta también la música y el ritmo tan reconocible y alegre. Estoy tratando de estudiar para entender mejor. Aunque debe ser de instinto, pero no soy suficientemente musical para entender de esta manera. Necesito reglas. Primero uno aprende las reglas, después se relaja y puede bailar con más intuición y libremente.

Lo especial es ver niños de no más de 4 años bailando con la mamá o una hermana mayor o una tía. Es verdad que se ven más niños que niñas. La primera vez que vi a uno fue en una casa donde estaban bailando los hijos de la familia, pues no iban a ir a la fiesta por su edad. Bailaban con tanto entusiasmo y tan bien que me hicieron llorar.

Otra vez, tomando un tecito en el casino del rodeo de San José, vi niños de 10/11 años practicando afuera en la calle su cueca para la tarde. Me acordé de la historia de cómo empezó el tango en Argentina - en la calle. En la tarde los vi bailando de nuevo.

Fui a un matrimonio en San José, y después de comer bien, todos se pusieron a bailar - ¿qué baile?- La cueca.

Se ve también mujeres gordas, viejas, sin mucha elegancia normalmente, bailando la cueca con mucha economía de movimiento, pero tan bonito y elegante, que les sale del corazón y se puede llegar hasta llorar. Viene del corazón de la gente del Cajón de Maipo. No parece un baile impuesto de las autoridades, pues tiene raíces verdaderas ahora.

También, en el Día de la Mujer en San José, vi un baile de la cueca sola, hecho por una mujer en memoria de su marido desaparecido. Esto también es fuerte y emocionante, y viene del corazón de la gente. No me parece "artificiosa ni controlada, menos perversa".

Es verdad que ahora no baila mucho la juventud del pueblo, aunque hay algunas estrellas, pero los adolescentes son así. Nunca quieren hacer lo mismo que sus padres o sus hermanos menores. Pero todos saben de la cueca. La aprenden en el colegio, en la familia, y dejan de practicarla por un tiempo, pero regresan a ella con madurez. Eso creo yo.

Bueno, esto es lo que me parece a mí, una extranjera que no tiene raíces chilenas ni muchas experiencias afuera del Cajón del Maipo. En Inglaterra no hay ni baile nacional, ni baile folklórico auténtico. Hacen "show" de Morris Dancing, pero nadie normalmente sabe hacerlo. Los escoceses e irlandeses tienen más, pero una de las cosas que más me impresionó cuando llegué a Chile fue que la gente realmente escucha y disfruta su música nacional y continental sudamericana.