Por: Rose Deakin, vecina inglesa de San Alfonso.
Quiero contar la experiencia cultural de tener un nieto
en una escuela del Cajón del Maipo. Mi nieto Harvey
tiene tres años y medio y estaba pasando seis meses
aquí en Chile con sus padres y hermana de seis
meses. Para que tuviera una vida social lo mandamos primero
a un jardín infantil en Las Vertientes, donde lo
pasó muy bien. No obstante, a nosotros el viaje
desde San Alfonso se nos hacía muy largo. También
era mejor que conociera niños de San Alfonso, vecinos
con quienes se podría encontrar en la calle cuando
saliera de la casa. Por eso, en Marzo de 2007 entró
a la escuela de San Alfonso, en la clase pre-kinder, como
estudiante oyente, solamente por las mañanas, pues
no queríamos perderlo de vista todo el día.
Además, es muy chiquitito para pasar todo el día
en clase. La escuela se mostró muy flexible y lo
aceptó y permitió que estuviera sólo
por las mañanas, lo que nos impresionó muy
bien.
Desde
el primer día estuvo feliz en su clase, con su
tía, y cada mañana salía corriendo
de la casa para llegar lo antes posible a la escuela.
Después de cuatro meses en Chile sin aprender
a hablar suficiente castellano, en una semana empezó
a hablar bastante. Después de dos meses en la
escuela, ya hablaba bien y prefería ver sus DVDs
en español, no en inglés. Tiene muchos
amigos en el pueblo, y cuando iba a la cancha los domingos
a mirar fútbol, gritaba “hola, mi amor” a una
compañera de colegio.
El
cariño de los chilenos, su actitud tan tierna con
los niños, ayudó mucho. En Inglaterra los
profesores son muy dedicados y también cariñosos,
pero el hábito en Chile de saludar cada día
con un beso a cada niño, es muy especial. También
el
|
|
Harvey
en la Escuela de San Alfonso
|
Harvey
con su mamá.
Arriba, el Castillo de Edinurgo.
|
|
tamaño
de la clase. En Inglaterra las escuelas están siempre
llenas, con 30 ó 40 niños (hay asistentes que
ayudan a los profesores), y en San Alfonso había más
o menos diez escolares en la clase de Harvey.
La Tía
Yésica es famosa por el amor que tiene a sus alumnos,
y Harvey era tratado casi como una mascota. Con su pelo blanco
y sus ojos color caluga tostada, se veía un poco raro.
Además, su acento entretenía a todos, pues él
nunca para de hablar y daba muchas oportunidades para reírse.
La escuela se interesaba en tener un niño inglés
debido a la oportunidad que se daba a los alumnos para entender
que en diferentes países se hablan distintos idiomas,
además de que el inglés, hoy día, es
muy importante para todo. Ahora tenemos un plan para hacer
‘workshop’ de inglés con los niños de la escuela.
Harvey
cayó muy bien a todos sus compañeros, y siempre
estaba feliz con las fiestas. Por eso, para despedirse cuando
regresó a Escocia, adelantamos la fecha de su cumpleaños
con el fin de hacer una fiesta en su clase con la tía
y varios de los padres. Todos lo pasaron muy bien, y Harvey
bailó y cantó su canción favorita: “The
Ring of Fire”, de Johnny Cash. Después de su ida a
Escocia por cuatro meses (pues van a regresar en septiembre),
comentaron varios de sus compañeras: El Harvey debe
volver con tiempo para aprender cueca, pues vamos a hacer
una demostración para el dieciocho. Y otra niña
dijo: Si el Harvey pierde tantos días, va a repetir.
No son vacaciones. ¿Porque se va ahora? La verdad es
que tuvo que irse por el trabajo de sus padres, en Edinburgo,
capital de Escocia, país de Braveheart, de la gaita
y la falda escocesa, de neblina, montañas azules y
verdes, frío y muchos castillos.
.
|