Orquesta
Sinfónica Municipal de Niños de
San José de Maipo.
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Por:
Luis Enrique Varas Rojas, Director Ejecutivo.
Sentado
frente a un monumento, un inventor de ilusiones soñaba
despierto... ¡sube en la nube del silencio! Sin
saber cómo, llegó a las puertas del Palacio,
frente al Presidente. Instintivamente alargó
su mano y presentándose dijo:
-Soy maestro, trabajo con niños y les regalo
sueños.
-¿Cuál es el mejor sueño que ha
regalado, profesor? -preguntó interesado el Presidente.
-Facilitar los medios para que niños y sinfonías
se unan, formando un gran cuento -respondió el
maestro.
La autoridad lo miró en silencio. El profesor
se despidió diciendo:
-Le contaría muchas cosas, de las orquestas formadas
por pequeños de muchos lugares de Santiago, pero
usted no tiene tiempo.
El Jefe de Estado respondió:
-Escriba una cartita y me la envía, amigo mío.
Sin
perder tiempo, el profesor se entregó a la tarea
de contarle sus sueños al Presidente. Una vez
terminada su carta, se preguntó dónde
dejarla, con quién. Mientras pensaba en esto,
vio un letrero que indicaba la Oficina de Partes del
Palacio, se dirigió al mesón y se la entregó
al encargado. Casi un mes después llegaba a su
domicilio un sobre con la firma de un Asesor del Gobierno,
cuyo mensaje señalaba: “Por orden del Presidente,
comunicarse con...”. Un par de semanas más tarde,
nuestro profesor se encontró con el Señor
Ministro, quien le informó que, gracias a un
decreto, se le otorgaba el patrocinio para formar Orquestas
Sinfónicas Infantiles en Chile. Tras la feliz
noticia, el romántico maestro echó a volar
su imaginación pensando en los grandes proyectos
que podría capitalizar ahora. “Muchas orquestas
más formaremos”, se dijo emocionado, “nuestra
región es grande y no es malo soñar despierto...
Til Til por el norte, Buin por el sur; por la Costa,
San Pedro; Farellones por la Cordillera, y por el centro,
La Pintana”.
Ya
existían grupos en Lo Barnechea, Talagante, La
Florida y la Regional. Además, el profesor había
organizado numerosos eventos, encuentros de orquestas,
capacitación para los músicos, y una Sociedad
de Músicos. Él no pretendía formar
profesionales de la música, su único objetivo
era atraer a niños en riesgo social, entregándoles
un espacio donde vaciar sus horas libres y depositar
sus impensados talentos.
Hoy,
luego de muchos años, veo a nuestro amigo sentado
frente a un monumento y en silencio... En el Cajón
del Maipo existe un monumento, muchos pensadores y un
pueblo. Se ha iniciado un nuevo proceso. La bella Paulina,
pequeña violinista, algún día interpretará
las Cuatro Estaciones de Vivaldi o simplemente un arreglo
de “La Primavera”, y podrá regocijarse ante la
perdurable existencia de su agrupación musical.
Más niños tocarán la “Canción
de Cuna” con la inocencia de Geraldine, que dice “llevar
la música en el corazón”, o repetirán
la experiencia de Allan, quien recuerda con cariño
a un amigo que lo invitó a la orquesta. Cerca de
Lagunillas, y abrigada por los cerros, Patricia se esfuerza
por sacar algunas melodías a la viola que el municipio
le prestó, para interpretar junto a sus compañeros
el “Himno a la Alegría”. La Orquesta Infantil de
San José de Maipo es una realidad que pertenece
a todo el pueblo, y sobre todo a los niños, que
en cada sinfonía transforman sus emociones en notas,
cadenciosas melodías arrancadas a cuerdas, vientos
y percusiones, cuyo eco resonará por siempre entre
las montañas.
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Una
mención especial y un reconocimiento a la familia de
cada pequeño concertista, principalmente a las madres,
pues su apoyo fue indispensable para la concreción del
proyecto. Las invitamos a seguir forjando sueños. Gracias
al Gobierno Regional, la materialización de la idea del
Profesor se llevó a cabo no sólo en San José
de Maipo, sino que también se crearon orquestas en Alhué,
El Monte y Paine.
Esperamos
todos los viernes, a las cuatro de la tarde, a los niños
y niñas que quieran formar parte de la Orquesta Infantil.
La cita es en la Escuela Julieta Becerra, frente a la Plaza
de San José.
ALGUNOS
APRENDICES MUSICANTES ENTRE MUCHOS OTROS:
Nos
estábamos preparando para ir al estero, de
pronto llegó un amigo, nos invitó a
la orquesta, fuimos. Desde los tres años ya
me encanta la música, la llevo en mi corazón.
Al tocar algunos temas me emociono. Al coger mi instrumento
es como una preciosa copa de cristal. Mi instrumento
es como un pedazo de mí.
Orquesta,
tú la más bella
elevas con tu sonido
atraes a grandes y niños
con el sonar de los violines.
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El
tocar de las trompetas
la flauta tan coqueta
cello, viola
su vuelo toman.
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Allan
San Martín T., 12 años, Escuela
Julieta Becerra, violín
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Bueno,
a mí me gusta la música porque me alegra
la vida, y desde el momento que estoy en la orquesta
he empezado a escuchar música clásica,
la cual era totalmente desconocida para mí. Si
bien es cierto que es posible que no me dedique a la
música en el futuro, lo que sí tengo seguro,
es que cada vez que tenga una tristeza o alegría,
al tocar mi viola, ella sacará de mi corazón
todos los sentimientos que desearé expresar.
En mi vida nunca pensé que podría sacarle
un sonido a un instrumento musical. Siempre pensé
que la música clásica sólo era
para las personas que tienen las condiciones económicas
para estudiarla, y que para las personas de escasos
recursos, como yo, eso era sólo un sueño.
Hoy, al participar de este gran proyecto, me doy cuenta
que siempre es posible soñar, ya que en algún
lugar del camino nos encontraremos con alguien que nos
haga realidad una ilusión.
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Patricia
Llancaqueo R., 15 años, Liceo Polivalente,
viola
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Al
momento de tocar violín me siento relajada, olvido
todos los problemas y me concentro en lo que estoy haciendo.
Cuando entré a la orquesta fue un poco extraño.
No conocía a ninguno de los que estaban allí
y me sentí un poco aislada del grupo. Con el paso
del tiempo fui conociendo a los monitores y nos hicimos
amigos. También fueron llegando amigos. En ese
momento ya la orquesta era como mi segunda familia. Los
lazos cada vez eran más grandes entre todos.
El
momento que más me marcó es cuando mi profesor
de violín se fue de la orquesta. Sólo pensaba
en lo que iba a pasar, se me vino el mundo encima, ya
no quería seguir más allí. Pero con
los consejos de mis amigos me di cuenta que era una tontera
parar con algo que tanto me gustaba y que hacía
bien. El violín y la música para mí
son muy importantes. Con ellos hago mis planes para más
adelante, con ellos me entretengo y los disfruto al máximo...
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Paulina
Azurduy R., 15 años,
Colegio R. Eyzaguirre, primer violín
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Entré
a la orquesta hace cuatro años, y fue por una profesora
de música de mi colegio. Cuando me dijo que era una orquesta
de violines me dieron ganas de ver cómo era. Al ver lo
que hacían me enamoré del violín, su sonido.
Su forma fue lo que más me sorprendió. Antes había
visto uno, pero tenerlo en las manos es distinto, una sensación
extraña, fuera de lo común... Mi meta para más
adelante es llegar a ser buena violinista, entrar al conservatorio
(aunque sea imposible) y dedicarme a lo que más me gusta:
la música.
Invitados
para subir el reiting de nuestras vidas. Llegamos ansiosamente
al paso de la sinfonía de niños. Nuestro
amigo hizo la mejor invitación, alegre amé
la música y ella a mí. Al tomar el instrumento
es como tener oro en mis manos. He aprendido a tocar temas
y villancicos. Tres años de logro a punta de dedos
y oído siempre listo.
La
que siempre me escucha
y la que siempre me habla
sin secretos malos ocultos
sólo siempre.
Distante
y sencilla
no odia ni envidia, sólo mira
con sus pequeños ojitos
simple, nada más que eso.
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Pétalos
de cualquier color
con su suavidad me enseña
muchas cosas buenas.
Cosas
que siempre ocurren.
Con un instrumento
puedo escuchar mi canto
y puedo aprender a tocar uno
aunque sea sencillo, yo digo
¿qué difícil puede ser aprender
a tocar? |
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Geraldine
P. San Martín T., 10 años, Escuela
Julieta Becerra, violín
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Yo
quiero aprender un instrumento
pido eso nada más
mi pensamiento
está solo para un instrumento.
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