:: PALABREANDO.
      Palíndromos y etimología.
 
Palabreando... es un espacio destinado a conocer un poco más el castellano, descubrir etimologías, es decir, historias acerca de la génesis de las expresiones que cotidianamente utilizamos y, a la vez, relatar curiosidades y anécdotas relacionadas con el lenguaje. Es posible que se le atribuya más de un origen o significado a algún vocablo, todos las explicaciones son válidas, pues son el resultado de estudios serios y basados en bibliografía especializada en el tema.

Por:Vania Ríos Molina.

¿Alguna vez te has preguntado de dónde vienen, cómo se originaron, qué significan las palabras que utilizas para comunicarte? El idioma castellano está repleto de palabras de diversa procedencia. Como herederos de la cultura greco-latina, la mayoría de los vocablos que utilizamos provienen de esta rama de la lengua. Sin embargo, principalmente gracias al desarrollo de los medios de comunicación como la televisión, el cable o internet, día a día se incorporan nuevos términos a nuestro vocabulario, los llamados extranjerismos, procedentes del inglés (anglicismos), del francés (galicismos) y de otras partes del mundo. También forman parte de nuestro idioma algunas palabras autóctonas derivadas del Mapudungún, aimará, quechua y rapa nui, en su mayoría utilizadas para dar nombre a lugares (toponimia) y a personas (antroponimia). A esto se suma un gran caudal de voces que constituyen verdaderos dialectos originados en el seno de distintos grupos humanos, como el Coa presente en las cárceles, el lenguaje de los jóvenes, muchas veces incomprensible para el resto de la gente, o la abundante cuota de chilenismos que forman parte de nuestro vasto patrimonio lingüístico.

¿Sabías que...?

Los Palíndromos son palabras o frases que se leen igual de izquierda a derecha que de derecha a izquierda. Existen desde los más simples como “ala”, “oso”; hasta los más elaborados. Aquí te mostramos algunos ejemplos y te animamos a que inventes los tuyos:

Oirás orar a Rosario... Sor Rebeca hace berros... La ruta nos aportó otro paso natural.
Dábale arroz a la zorra el abad... Roba la lona, no la labor... Es raro dorarse.
Ana lleva al oso la avellana... Lavan esa base naval... Sometamos o matemos.
Isaac no ronca así... A la Manuela dale una mala... Aire sólo sería... Adela ya le da.

Algunas Etimologías...

Aguinaldo.
A todo el mundo le gustaría recibir uno, pero pocos saben el origen de esta palabra. Se trata de una remuneración extraordinaria que los trabajadores de una empresa reciben con ocasión de alguna fecha importante, generalmente para la Navidad. Corresponde a una antigua tradición heredada de las costumbres nórdicas. Los habitantes de aquel lado del mundo solían intercambiar hojas de muérdago en señal de buenos deseos. Al descomponer la palabra “aguinaldo”, el prefijo gui significa muérdago y el sufijo naldo quiere decir Año Nuevo.

Aisén.
El nombre de esta ciudad chilena, en un comienzo llamada “Tierra de diciembre” en honor al mes de su descubrimiento en el año 1520, tiene distintos significados. En Mapudungún, Aisén viene de Athén, que quiere decir “desmoronarse” en aquella lengua. Otra versión señala que, al igual que otras palabras utilizadas en Chile, se trataría de una deformación de la expresión inglesa “Ice End”, cuya traducción es Fin del Hielo. La pronunciación de esta frase en castellano suena “ais end”, por lo que sus habitantes decidieron chilenizarla y llamar a su puerto tal como se oye del inglés: Aisén.

Asesino.
Es una palabra proveniente del árabe. En tiempo de las cruzadas había una secta musulmana muy temida que, según dicen, cometía asesinatos en nombre de Alá bajo la influencia del hachís, un tipo de droga. Fueron conocidos como los hashshishin, que quiere decir “adictos al hashish”. Como podemos suponer entonces, la palabra asesino es una derivación de hashshishin.

Pepe.
Todos en algún momento de la vida hemos conocido a algún Pepe, pero por qué se les llama así a los que llevan por nombre José?. La historia nos cuenta que este apodo proviene de la época de San José que, como sabemos, fue el padre de Jesús. Pero como San José no concibió a su hijo, fue llamado “Padre Putativo”, es decir, “su supuesto padre”. Así, cada vez que en los textos se nombraba a San José, su nombre era reemplazado por las iniciales P.P. de Padre Putativo. Esta es la razón por la que a todos los José, al menos en esta parte del mundo, se les acostumbra llamar Pepe.

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