Los
reflejos no hablan. Por eso me di cuenta que la muda
imagen de una bella mujer tiritaba y trataba de salirse
del vagón. Algunos dicen que los reflejos pueden
tomar vida propia de forma independiente. Por eso,
creo, en un momento la mujer quedó recogida
sobre sí misma y después cerró
los ojos. Luego no pude ver más su reflejo
en el vidrio de la ventana. Entonces me dormí.
Cuando desperté estábamos en estación
Mirador y la mujer seguía allí. Ya en
estación Bellavista , antes de bajarme miré
hacia mi ventana y no vi mi propio reflejo...